Esteeeee, me desaparecí de nuevo, pero ya volví… es que no les había contado de un viajecito que tenía planificado desde hace unos meses. Resulta que el jueves 17 partimos de viaje hacia Brasil, Río y Buzios específicamente. Ya hace bastante tiempo que queríamos conocer Brasil, así que se dio la oportunidad y nos fuimos mi esposo y yo, un viajecito nunca está demás no??
Y como se que ustedes quieren que les cuente como me fue, y si no quieren igual se los voy contar, acá va la crónica viajera a la tierra del bossa nova. Advierto que es larga.
Partimos el jueves en la tarde vía Gol, línea aérea que recomiendo por sus bajos precios, aunque si van a viajar por Gol mejor llévense un buen libro porque no te pasan ninguna película ni entretenimiento a bordo. O duermes o lees, no te queda otra.
Luego de una breve escala en Sao Paulo llegamos a Río de Janeiro como a las 11 de la noche. Ya era un toque tarde para conocer nada, aparte que Río de noche es medio peligrosón si es que no conoces las zonas, así que de frente al hotel, a cenar algo en el comedor (Gol te da sanguchitos nomás) y a dormir.
Viernes
Oficialmente primer día en Río. No había mucho sol pero sí un calor de la refurinfunflais lo cual me sentó muy bien considerando que llegaba del frío santiaguino. Nos fuimos primero al Pan de Azúcar, hermosa montaña de casi

Esos son los teleféricos que te suben

Esa soy sho dentro del Teleférico con el Pan de Azúcar de fondo
Una vez arriba tienes una vista hermosa de toda

Luego del paseíto fuimos a conocer las playas de Copacabana, que era donde estaba nuestro hotel. Había poca gente en la playa, porque no hacía mucho sol y tampoco es temporada, así que el sitio estaba tranquilo como para pasear y tomar algunas fotitos.

Caminando por ahí me sentí como si estuviera en la novela “Vale Todo”, se acuerdan de esa novela buenaza que dieron hace mil años????. Yo después de verla no quise ver nunca más cualquier otra novela, realmente me pareció insuperable.
Luego de almorzar una riquísima y abundante feijoada fuimos a hacer algo de shopping, y en la noche fuimos por unos drinks al barrio de Lapa, que es la zona juerguera de Río. Bien tontos nosotros no llevamos cámara por siaca sea peligroso y resulta que terminamos en un local de lo más lindo “Río Scenarium” con parejas bailando Bossa Nova y una decoración alucinante y ni una foto tenemos, buuu….
Sábado
Decidimos evitar la fatiga y tomar un tour que nos lleve a otros lugares turísticos de Río. La primera parada fue el estadio de Maracaná “El mais grande du mundo”, inmenso realmente pero no llegamos a entrar, si queríamos hacerlo teníamos que regresar por la tarde, y ya les he dicho que queríamos evitar la fatiga.

Luego nos fuimos al sambódromo y acá debo confesar que me sorprendió mucho saber que era tan chico. Yo pensé que era una avenida larguísima pero realmente son sólo tres o cuatro cuadritas por donde pasa el carnaval. Por supuesto que no perdí la oportunidad de tomarme una fotinho con la indumentaria carnavalera correspondiente, pero muy decente yo eso sí, nada de calaterías.

El punto final del tour fue la visita al Cristo Redentor que se encuentra sobre el Cerro Corcovado, o sea el Cristo de Corcovado para los amigos.
En la subida pudimos observar varias favelas y me sorprendió saber que casi el 10% de la población de Río de Janeiro vive en favelas y estas suman más de 500 sólo en esta ciudad. Harto no???

Finalmente llegamos al Cristo. Impresionante realmente

Había cualquier cantidad de gente así que tuvimos que abrirnos paso para poder tomar algunas fotos. La vista desde arriba era magnífica y ese día sí había sol así que todo se veía claramente

El Pan de Azúcar visto desde el Corcovado
Es un sitio al que me gustaría regresar, y ese es un pacto secreto que he hecho con el Cristo de Corcovado, (tú ya sabes Cristito) que me cayó muy bien, se le ve muy paternal con los brazos abiertos protegiéndonos a todos.

La noche terminó con una visita al Bar Vinizius del barrio Ipanema, viendo un lindo espectáculo de Bossa Nova. La música brasilera es lo máximo, me encanta.
Domingo
Ultimo día en Río así que aprovechamos la mañana para dar un paseíto por Copacabana e Ipanema. A pocas cuadras de nuestro hotel me encontré a las primas brasileras de mi jirafa y me tomé una foto para el recuerdo.

Después de dos horas y media de viaje en bus, llegamos a Buzios como a las 4 de la tarde.
Ahhhhhh, Buzios, la playa, la arena, el mar, la lluvia… Juat?, sí la lluvia. Llegamos a las paradisíacas playas de Buzios en pleno diluvio. No me parece, una que llega buscando el sol y te reciben con lluvia. Pero igual salimos a dar un paseo por los alrededores y a descubrir esta maravillosa y romantiquísima ciudad.


Lunes
Nos despertamos y el diluvio seguía. Estuve de pésimo humor hasta las 10 de la mañana que paró de llover y volamos a la playa. Nos fuimos de frente a la playa Ferradura que nos habían dicho que era la más linda, lo cual fue totalmente cierto. Una besheeeeeza la plashaaaa!!!! Ya ni me importó que el sol no se dignase a salir, para mi ya era suficiente con que hubiera parado de llover así que igual me metí al mar y chapoteé como loca feliz.

Esa cabeza soy yo chapoteando como loca feliz
Almorzamos ahí y por la tarde conocimos la playa Joao Fernandez, muy linda también pero ahí ya no me metí al mar porque hacía frío. Es más hasta con chompa estaba en la playa, de lo más anti fashion.
Por la noche un paseito por

Y más tarde, caipirinhas en un barcito al lado de la playa, para variar escuchando Bossa Nova. O sea, linda
Martes
Ultimo día de viaje, buuuuuuuuuu… Teníamos que tomar el bus para Río a las 11 de la mañana. Abrí los ojos como a las 7 y 45 y el solazo esplendoroso casi me cegó. No es justo!!!!!!, por qué tiene que salir el sol justo el día en que nos vamos???.
Igual decidí aprovechar el tiempo que nos quedaba y salí volando hacia la playa más cercana, que resultó ser

Y así terminó el viajecito. Luego tuvimos que tomar el bus para Río, de ahí al aeropuerto, escala en Buenos Aires donde el avión se retrasó y tuvimos que esperar como tres horas, yo muerta de pena porque estando tan cerca de mi hermanito ni pude verlo porque sólo estuve de tránsito, y al final llegamos a Santiago como a la una de la mañana, a morirnos de frío nuevamente.
Y esa fue mi crónica viajera, realmente estuvo lindo el viaje. Ojalá algún día pueda regresar a Buzios nuevamente ya que me encantó, aunque espero que la próxima vez sí salga el sol!!