lunes, 27 de octubre de 2008

Dos meses y nueve días

Es el tiempo que ha transcurrido desde que Ivana nació y yo pasé de ser simplemente Ursula a convertirme en mamá.

Mucho había escuchado que los bebes cambian bastante en sus primeros meses y es totalmente cierto. Ivana está súper distinta a cuando nació, parece que fuera otra bebé, está mucho más grande y muchísimo más gordita, todos los días hay que tomarle fotos para ver como va creciendo y cambiando. Es por eso que este post va a tener muchas fotos ya???

En el control que tuvo hace tres semanas la pediatra me dijo que la bebé está súper bien, recontra saludable, pero que si engorda 100 gramos más ya estaría con sobrepeso. Ooops… Yo la veía gordita pero no pensé que fuera tanto así. ¿Cómo pones a dieta a una bebe de dos meses??? E Ivana es súper comelona, como ya me lo habían pronosticado, hay que escuchar nomás sus chillidos si es que me demoro un minuto más de lo usual en prepararle su leche. No perdona. En ese sentido salió a mí, ya que cuando yo tengo hambre no creo en nadie y me pongo de un humor de perros. Aunque pensándolo bien, también salió al papá quien cuando tiene hambre le da migraña y se pone de un humor de perros también. En conclusión en mi casa nadie puede pasar hambre sino arde Troya.

En fin, la próxima semana tiene otro control así que ahí veremos como va mi gorda. De por sí ya se está alimentando exclusivamente de fórmula porque la falla de su madre (o sea yo) sólo le pudo dar de su leche el primer mes y prácticamente con gotero hasta que la leche se terminó a pesar de las pastillas que tomé, los miles de litros de agua que bebí, los chocolates, la cocoa, la cerveza y todos los tips que me dieron para producir más leche. Nada, no hubo caso, no sirvo como vaca lechera y eso me ha creado una sensación de culpa bien heavy que tengo que procesar. Menos mal nomás que Ivanita no se ha enfermado hasta ahora pero ya veo que la primera vez que se enferme me echaré totalmente la culpa por no haberle dado de mi leche. En fin, es una culpa que tengo que procesar todavía.

Es maravilloso verla crecer y cada día me sorprende con algo nuevo. Ya no es la recién nacida quien sólo respondía a estímulos básicos. Tengo hambre entonces lloro. Me dan de comer entonces dejo de llorar y me duermo. Estoy sucia entonces lloro. Me cambiaron el pañal entonces me quedo tranquila. Recontra predecible como cualquier recién nacido.

Ahora Ivana ya no es tan elemental. Ahora no sólo exige leche y estar limpia, también exige compañía. Ahora ya quiere jugar conmigo, ahora apenas me ve o ve a su papá nos regala una sonrisa que al menos para mí es lo más maravilloso que me puede dar la vida. Y hasta conversamos, ya podemos tener una conversación a base de agús. Yo le digo agú y ella me responde agú también y así podemos pasar horas. Estoy tratando de que diga “ma” pero hasta ahora cada vez que lo hago Ivana me imita abriendo la boca pero todavía no pronuncia la sílaba. Pero paciencia ya lo logrará y el día que diga mamá shoraré y shoraré de la felicidad.

Claro que no todo es tan fácil. Ivana tiene sus horas antipáticas que es alrededor de las cinco de la tarde hasta las ocho más o menos. Parece que ha decidido que esa es su hora de llorar y se lo ha tomado tan en serio que no se calma con nada. Llora y llora y llora hasta que se duerme. En realidad lo que pasa es que se muere de sueño pero a esa hora le cuesta mucho dormirse, por eso el llanto. Así que yo todas las tardes tengo que prepararme psicológicamente para la hora del berrinche. Dicen que es una etapa que se va hacia los tres o cuatro meses. Ojalá.

Pero como compensación mi hijita linda duerme toda la noche como grande. Aplausos para los papás por favor que lograron que al mes de nacida Ivana duerma ocho horas seguidas. Después de la hora del berrinche se duerme como a las ocho. A las diez y media-once la despierto, la baño, un masajito relajante, le doy su leche y a dormir de nuevo. Se despierta al día siguiente a las siete de la mañana. Lo máximo. Yo me acuesto con ella y me despierto con ella y no me levanto en la madrugada ni una vez, lo cual, estoy segura es el principal motivo de que no me haya estresado, no me haya dado depresión post parto, hasta ahora no haya perdido la paciencia y esté tomando mi maternidad con total tranquilidad y serenidad. Si hay algo que no perdono aparte de tener hambre es que me quiten horas de sueño, estoy segura que si siguiera en plan de amanecidas ya estaría de pésimo humor y súper estresada considerando que ahora yo estoy sola con ella todo el día, no tengo nana que me ayude y mi mamá ya se fue hace rato. Hay días en los que me canso bastante, es cierto, pero bueno, mi hija es una bebé y las bebés son demandantes.

En fin, los días van pasando, mi hijita va creciendo y yo estoy muy feliz, y lo estaría más si es que algún día logro bajar los siete kilos de más que tengo a cuestas todavía, pero bueno, paciencia. Algún día me volverá a entrar mi ropa, espero.

Y esas son las novedades, ahora mi mundo gira en torno a ella así que seguramente se vienen más posts de este tipo. Yo que antes decía no entender a las mamás que sólo saben hablar de sus hijos, bueno pues ahora las entiendo, yo estoy igual. Pero estoy feliz y eso es algo de lo que debo dejar constancia en mi blog, no creen??


viernes, 10 de octubre de 2008

Masacre evitada

8.45 am. Estaba yo como todos los viernes recolectando bolsas de basura para sacar el tacho a que lo recoja el camión cuando en eso siento un ruidito extraño en mi comedor, una especie de aleteo.

Me acerco intrigada y veo un pequeño e indefenso pajarillo que no sé como diablos había entrado hasta mi comedor y desesperadamente trataba de salir sin éxito ya que volaba en círculos estrellándose contra la ventana y las mamparas. Mientras lo observaba preguntándome cómo habría podido entrar al comedor si todos los accesos estaban cerrados la respuesta se apareció con forma de una bola de pelos que ladraba estrepitosamente. Canuto se había percatado desde la terraza de la presencia del pajarito, y aún sabiendo que no debe entrar a la casa, la tentación fue demasiado grande para él. Zurrándose en las reglas, entró por la mampara de la sala que estaba entreabierta (imagino que por ahí también entró el pajarito) y ladrando y gruñendo como loco se dispuso a perseguir al pobre pajarito por todo mi comedor.

El pajarito chocaba contra las ventanas y Canuto se estrellaba detrás de él tratando de alcanzarlo. Era un escándalo, Canuto ladraba como loco y yo chillaba como loca también porque los dos animales se estrellaban contra mis cortinas y se fueron de encuentro contra una cava llena de vinos que tengo en el comedor. Ya veía yo mi comedor destrozado pero felizmente no hubo daños materiales. En un momento vi plumas en el hocico de Canuto , había logrado atrapar al pajarito y fue en ese entonces que imaginé mi comedor y mis cortinas llenas de sangre “nooooooo” chillé “Canuto te lo comiste!!!”, debo haber gritado tan fuerte que Canuto volteó a mirarme sorprendido y el pajarito aprovechó para aletear herido hasta la sala.

Desconcertado, Canuto empezó a olfatear alrededor de la mesa del comedor, buscando donde se había metido el pajarito, yo aproveché el pánico, corrí hasta la sala y encontré al pajarito al medio de la alfombra. Estaba aterrorizado, temblaba el pobre y se dejó coger sin ningún problema lo que me hizo pensar que seguramente Canuto lo había herido y no podía volar. Salí al jardín mientras Canuto seguía buscando como loco al pajarito en el comedor pero decidí no dejar al pajarito en mi jardín porque si no podía volar lo iba a dejar a total merced de Canuto. Así que sacando mi mano por la reja lo dejé junto al árbol que está fuera de mi casa y fuera del alcance de Canuto también.

Luego fui al comedor, le dije su vida a Canuto quien seguía histérico buscando al pajarito, lo saqué al jardín y me dispuse a trapear el comedor que era un asco con las huellas de las patas sucias de Canuto. Al rato pude por fin sacar el tacho de la basura, lo cual siempre hago con Canuto, sacamos la basura y luego vamos a recoger la correspondencia a la entrada del condominio. Cuando pasé junto al árbol el pajarito seguía allí, no se había movido ni medio centímetro. Canuto lo vio y de nuevo empezó a ladrar, se le iba a ir encima pero lo detuve con la correa. Como pensé que el pajarito estaba moribundo me acerqué para llevarlo a morirse a otro lugar (más mala no quería que muriera en la puerta de mi casa) y oh sorpresa! el pajarito milagrosamente se curó y salió volando más rápido que inmediatamente ante la mirada desencantada de Canuto.

El pajarito se salvó pero ahora Canuto anda cabizbajo. Sus dotes de perro cazador como buen cocker se han visto frustradas, era su oportunidad de dar rienda suelta a sus instintos caninos y yo le anulé esa posibilidad. Me da pena Canuto, lo veo triste pero no podía permitir que un pajarito indefenso muriera de una forma tan trágica. Ustedes qué hubieran hecho??



viernes, 3 de octubre de 2008

Pienso, luego opino

Recientemente me he enterado que dos buenas amigas están embarazadas. Eso me pone muy feliz y abrigo la esperanza de que tengan niñitas para que Ivana forme su collera. Para ambas amigas este sería su segundo bebé, así que se podría decir que empieza la nueva racha de embarazos y bebés en el grupo.

Pero claro, como suele suceder, la presión se hace presente. La típica en un grupo de casados es preguntarle al soltero “Y tú para cuando??” o a la soltera "Ya pues, que se te pasa el tren” . O en grupo de casados con hijos decirles a los casados sin hijos “ Y ustedes para cuándo el bebé?? Ya pónganse las pilas” o en un grupo de casados con dos o más hijos decirles a los casados con un solo hijo: “ Y cuándo piensan tener el hermanito?? No dejen pasar mucho tiempo eh??”

Puaj…

Todas estas frases son dichas con las mejores intenciones, cierto… es más, reconozco yo haberlas dicho en alguna oportunidad hace mucho tiempo y en una galaxia muy, muy lejana. Pero dejé de hacerlo…

¿Por qué ese cambio de actitud? Pues simplemente me di cuenta que hay situaciones en las que es mejor no opinar tan alegremente sin conocer bien el fondo del asunto. Y aún conociéndolo, los temas personales son eso precisamente, personales y por más amigos que sean no me considero con autoridad para opinar y dictaminar qué puede ser mejor o peor para unas vidas que no son la mía. Sobre todo si nadie ha pedido mi opinión.

No es un secreto, pues lo he contado en este blog, que yo tuve problemas para quedar embarazada, estuve más de dos años buscando embarazarme y finalmente lo conseguí gracias a un tratamiento de fertilidad sin el cual no tendría hoy a mi Ivanita. Durante más de dos años viví todos los meses pendiente de que esta vez sí sea el mes premiado y cada vez me llevaba una nueva desilusión. Fue heavy, fue triste, fue frustrante, creo que sólo quien haya vivido la infertilidad puede entender lo doloroso que es. Y mientras tanto alrededor mío mis amigas se embarazaban alegremente e iban naciendo niños, me iba llenando de sobrinitos postizos y yo nada de nada. Y lo peor de todo era cuando la gente nos preguntaba “ Y ustedes cuándo piensan tener hijos??? Ya pues apúrense!! Se están quedando, eh?”.

Dependiendo del humor que tuviera en el momento yo optaba por sonreír diplomáticamente e ignorar el asunto aunque por dentro quisiera llorar, o también podía ser sincera y decir que sí queríamos tener hijos, que estábamos buscando el embarazo pero que todavía no pasaba nada. Y ahí venía toda la recatafila de consejos, empezando por el más popular de todos: “Relaaaaaaaaaaaaaajense, tienen que relajarse y ya ven cómo al toque te vas a embarazar”. Sí claro, y dónde venden el chip para relajarse me pregunto. Crees que es tan fácil relajarse cuando llevas años tratando de embarazarte sin resultados y cuando caminas por la calle, o ves tele o en cualquier lado ves miles de niños y mujeres embarazadas?? Además si el embarazo depende de cuán relajados estemos, pues, entonces no habrían embarazos como consecuencia de violaciones, no creen??

Otra: “Váyanse de viaje!!! Tengo unos amigos que se fueron a una isla tropical de vacaciones y cuando regresaron ella estaba embarazada”. Bueno a mí me gustaría saber dónde queda esa milagrosa isla de la fertilidad de la que regresas embarazada. Por lo pronto yo cuando viajé a Brasil juraba que regresaba embarazada pero lo único que traje conmigo fue un pinche virus tropical que me tuvo enfermísima durante una semana.

Otra más: “Tiren todo el día!!! Mañana tarde y noche!! Total nada pierden y si no resulta por último la pasaron bien.” Claro, suena bien pero no siempre es tan divertido como parece, sobre todo si tu mente sólo está puesta en los días fértiles y en la fecundación. O por último decirle a una pareja en la cual ella no tiene trompas y él tiene azoospermia que “tiren todo el día” es un tip totalmente inútil. Esta pareja sabe que su única opción de lograr un embarazo es una fecundación in vitro, para ellos hacer el amor y engendrar un hijo no tienen ninguna relación.

Por supuesto que todos estos consejos son dichos con la mejor de las intenciones y en el momento se agradecen pero muchas veces sólo contribuyen a aumentar la ansiedad y la angustia. Por supuesto que si a mí me decían que dar tres vueltas a la manzana calata y después pararse de cabeza en el jardín bajo la luna llena iba a mejorar mi fertilidad, pues lo hacía, así llega una a desesperarse. Una amiga me dijo que el día que ella se embarazó se había tomado con su esposo una botella de champán con sabor a fresa. “Y era un champán chileno, seguro que lo encuentras por allá” Bueno pues lo busqué, no lo encontré pero no sé que hubiera pasado si me lo hubiera tomado, probablemente me hubiera mandado la bomba de mi vida pero no creo que hubiera quedado embarazada.

De verdad que a la larga yo pienso que en mi embarazo se juntaron varios factores, por un lado la ayuda médica, por el otro mi reencuentro con Dios y la Virgen, las oraciones a santos milagrosos, algunos amuletos de la fertilidad y los consejos de la abuelita. Ya alguno tenía que ligarme no?? Y sé que todos aquellos AMIGOS que me dieron tips, hayan sido disparatados o no, lo hicieron con el mayor de los cariños, aunque a veces escuchar sus consejos me haya puesto triste. Y pongo AMIGOS así con mayúscula porque pienso que en estos temas tan delicados tú agradeces los consejos de tus amigos, así no sirvan de mucho, pero no quieres ni saber la opinión de gente desconocida o gente con la que no tienes mucha confianza. Porque son temas íntimos, son temas dolorosos, son temas personales.

Por eso ahora, aunque me río, me perturba un poco cuando veo que le hacen cargamontón a una pareja de amigos que tiene una hijita de 4 años pero todavía no están buscando el segundo hijo. Y quién sabe de repente nunca lo busquen, es decisión de ellos. Y por eso me perturba y me incomoda demasiado cuando me dicen, a mí que acabo de dar a luz hace menos de dos meses, que cuándo voy a buscar el segundo hijo. Y me molesta que cuando les digo que no tengo pensado tener otro hijo me digan que “uno es ninguno”, o que “los hijos únicos se crían malcriados y engreídos”, o cualquier argumento por el estilo.

Basta por favor.

No considero que Ivana sea “ninguna” y de sus padres dependerá que no crezca malcriada ni engreída. Y si algún día mi esposo y yo cambiamos de opinión será porque así lo decidimos nosotros dos, no porque nadie externo nos haya convencido con sus argumentos. Siento que mi familia de tres está completa (bueno, de cuatro incluyendo a Canuto), así soy feliz y dichosa. Me costó mucho tener a Ivana y no quiero pasar por todo el proceso de nuevo, tengo 36 años y no quiero tener hijos al borde de los 40 y por último no sé que hago dando justificaciones cuando la decisión es sólo mía y de mi esposo.

Sorry si parezco molesta pero la verdad es que sí pues, me molesta el tema. Por eso ahora prefiero, como dice el título del post, pensar bien antes de opinar porque puedo estar metiendo la pata y tocando fibras sensibles. Así que por favor, no me vayan a preguntar para cuándo el hermanito, ya???