jueves, 19 de enero de 2012

Reconstrucción

Hay que destruir para volver a construir… (Narcosis)

Qué extraño se siente escribir de nuevo por acá después de más de dos años… La gente sigue leyendo blogs? Sigue escribiendo?? En todo caso hace meses que estaba tentada de escribir pero siempre lo iba posponiendo. Esta tarde extrañamente hay un inusual silencio en mi casa y me puse a leer después de mucho tiempo, algunos posts que escribí hace años y así me entraron las ganas de escribir de nuevo.

Y es lo máximo, recién he escrito un párrafo y ya siento el efecto terapéutico que siempre me deja el volcar mis sentimientos en palabras escritas.

Qué ha pasado con mi vida en estos dos últimos años?? Uffff, demasiadas cosas… Trataré de hacer un resumen ejecutivo de lo que ha ocurrido en mi vida desde que Ivana cumplió su primer añito.

Luego del cisma familiar de inicios del 2009, pasaron dos años en los cuales se buscó reconstruir aquello que se destruyó. Y hubo que empezar de cero, botarlo todo y construir todo de nuevo. Y de verdad que no fue nada fácil, y hubo momentos en que provocaba dejar las cosas como estaban, total, la peor parte ya había pasado.

Siempre he pensado que uno debe luchar por sus sueños, y yo he venido luchando desde hace mucho tiempo por mi estabilidad, por mi felicidad y de aquellos a quien amo. Decidí (mos) intentarlo una vez más, solo que esta vez con otras reglas de juego y en otra cancha. Decididos a ganar, obviamente pero (al menos en mi caso) sin miedo a una nueva derrota. Cuando ya se ha vivido una, ya se está preparado para lo que venga, ya no te asusta.

Y como increíble recompensa a tal decisión, un angelito nos cayó del cielo, otra niña preciosa llamada Chiara que llegó de sorpresa, sin buscarla pero que vino a completarnos y a darnos un poquito más de felicidad a sus papás y a su hermanita.

Chiara nació hace casi tres meses. La tengo acá a mi lado mientras escribo y todavía me parece increíble que esté con nosotros. Después de todo lo que pasé para tener a Ivana, siempre pensé que ella iba a ser mi única hija, jamás hubiera imaginado que iba a tener otra. Ahora tengo dos bellezas: Ivana, quien ya tiene tres años y es mi sol, mi regalito de Dios y es una niña sumamente inteligente y despierta (aunque también tiene su genio) de la cual me siento inmensamente orgullosa; y Chiara, mi pedacito, mi cachetona preciosa que me alegra la vida con sus primeros agús y sus inmensas sonrisas.

Dios me bendijo, no hay duda… Y no diré que no sigo luchando, a pocos meses de cumplir cuarenta años (horror!) finalmente he llegado a la sabia conclusión de que de eso se trata la vida, de luchar y luchar, siempre encuentras algo nuevo por que luchar, o simplemente te pasas la vida luchando por lo mismo… de repente nunca lo encuentres pero con dos angelitos al lado, bien vale la pena el esfuerzo…

Hasta la próxima! que no sé cuándo será (si es que alguien lee esto)