martes, 18 de agosto de 2009

Un año

Un día como hoy, a las 5.25 de la mañana empecé la aventura más linda de mi vida. Y es que la primera vez que escuché el llanto de mi hija supe que mi vida nunca más iba a ser la misma.

Ya ha pasado un año desde la primera vez que, incrédula aun, contemplé su carita, tomé sus manitos y me maravillé de tener a ese ser tan hermoso y diminuto a mi lado.

Y hoy día, que celebra su primer cumpleaños, todavía me sigo maravillando de verla. Es increíble darse cuenta que esa niña preciosa, tan grande y tan feliz, se haya formado dentro de mi cuerpo y que en tan sólo un año haya aprendido tantas cosas.

Un año no es mucho tiempo, a mí todavía me duele la herida de la cesárea de vez en cuando, pero en este tiempo ha pasado tanto y mi bebe pequeñita ahora es una niña que se hace cada vez más independiente, da sus primeros pasitos y tiene sus gustos propios.

Y a mi se me rebalsa el amor, me invade, me envuelve, tengo tanto amor para compartirlo con ella, cada pequeño logro, cada pasito, cada sonrisa de mi hija me llena la vida, me purifica el alma, me cicatriza el corazón.

Gracias por este año Ivanita, gracias por llenar mi vida de felicidad, y que tu vida, tan joven aún esté llena de sonrisas. Te amo mil veces, un millón de veces, mil millones de veces.

Feliz cumpleaños!

martes, 28 de julio de 2009

Reencuentro y despedida

- Mira Ivana, la bandera del Perú!!!

Ella alza la mirada y sonríe ampliamente, luego me mira para que yo también sonría con ella. Al parecer la bandera flameante en la entrada de la casa es algo que le gusta mucho. Y considerando que en estas fechas todas las casas tienen su banderita, Ivana anda feliz con tan bonito espectáculo. No hay caso, mi hija habrá nacido en Chile pero es más peruana que la papa a la huancaína igual que su mamá.

Y caigo en cuenta que desde el 2003 no pasaba Fiestas Patrias en mi país.Y es que estando fuera sientes más estas fechas. Cuando estaba en Santiago, 28 de julio era una fecha que siempre me ponía nostálgica aunque siempre estaba el plus de ir a la fiesta de la embajada (cómo habrá salido este año??). Ahora ya en mi país, el 28 de julio es eso: El 28 de julio, o sea feriado (largaaaaaaaaaazo 5 días!!) y claro que está todo el tema de “tengo el orgullo de ser peruano y soy feliz” pero ya no con pena ni nostalgia sino con alegría. Viva el Perú señores.

Siempre imaginé que en caso de regresar al Perú el volver a adaptarme iba a ser difícil. Pero realmente no lo fue tanto. Quitando el trauma inicial de enfrentarme al siempre caótico tráfico limeño (desde que llegué no he vuelto a manejar un auto) y el no reconocer a personas a las que no veía hace 6 años, no ha estado tan difícil la adaptación. Es que es mi país pues.

Me he reencontrado con mi país, con mi ciudad y me han acogido con los brazos abiertos. Regresé cual hija pródiga a sentirlo todo, a vivirlo todo y a comérmelo todo también. Ahora si me quiero tomar una Inca Kola o comerme un Sublime sólo voy a cualquier kiosco, bodega, supermercado, tienda, etc, y ahí van a estar. Lo máximo no??? Ahora aprecio más estos pequeños placeres de la vida, con decirles que hasta la música de los Hermanos Yaipén me vacila.

Ahora me abrazo a mi tierra para no soltarla jamás, ahora la valoro más, ahora la amo más. Y esto me lleva a otro punto…

Te debo una gran disculpa, ciudad de Santiago de Chile. He sido sumamente maleducada. Me fui sin despedirme y eso no se hace. Mas aún si tú mal que bien me acogiste durante varios años. Siempre pensé que si llegara el día en que tuviéramos que despedirnos lo haría a lo grande. Pero no fue así. Me fui rapidito, sin pensarlo mucho y por la puerta falsa por si fuera poco. No te dediqué ni un gracias, ni una última mirada, ni un último pensamiento.

Por eso ahora recién me despido, y te imagino después de la lluvia, con tu hermosa cordillera vestida de blanco y tu cielo azul. Pero no se compara al cielo gris de mi Lima que tanto amo. Nunca se comparó… nunca. Eres una ciudad hermosa pero que nunca sentí mía, porque yo tampoco fui tuya. Te quise muchas veces, te odié otras tantas, pero tú no tienes la culpa, tú simplemente estuviste ahí como escenario de mis muchas tristezas y mis pocas alegrías…

No sé si algún día volvamos a vernos, por el momento no me hace falta, de repente de acá a unos años Ivana quiere conocer la ciudad donde nació y ahí nos veremos las caras de nuevo. Y vas a ver que voy a ser una persona distinta a la que conociste… ya lo soy. En cambio tú seguirás siendo la misma ciudad hermosa que nunca supe entender y siempre sentí tan fría y tan lejana. Me despido diciéndote adiós Santiago querido, como la cueca, siempre te voy a recordar.

Y a mi Perú: TE AMO, tú y yo sí nos comprendemos no???

Felices Fiestas Patrias!

domingo, 26 de julio de 2009

Back

Bueno, creo que ya es hora de sacar mi plumero y limpiar las telarañas a este blog que anda más abandonado el pobre…

Hoy me levanté con ganas de escribir, unas ganas que hace tiempo no tenía. Debe ser que en estos meses me he ido guardando todo para mí, que ya hasta había olvidado el poder terapéutico que tiene el poder sacar las cosas para afuera, hablarlas o escribirlas. Es como ver las cosas desde otra perspectiva.

Haciendo un brief de mi vida en estos últimos meses, estoy en Lima desde comienzos de año (por si algún despistado no se dio cuenta). Mi llegada no fue todo lo feliz que yo pudiera haber imaginado en mis antiguos sueños locos e imposibles de retorno al país. No, no fue para nada feliz, fue complicada, fue triste y también un poquito dolorosa… pero poquito nomás.

Pero llegué con dos angelitos a mi lado. Mi primer ángel, mi hija preciosa, de 4 meses en ese entonces, quien fue mi principal motivación, fuerza y motor para seguir adelante sin mirar para atrás, sin pensar, sin sentir. Cuando bajé del avión y puse un pie en mi Lima querida, de vuelta y esta vez para siempre, supe que de ahora en adelante seríamos ella y yo y nadie más. Tomé la determinación a partir de ese momento de pensar sólo en mí y en mi hija, y en hacer lo que nos beneficie a mí y a mi hija, sin importarme lo que piense el resto del mundo. Me di cuenta que durante toda mi vida siempre pensé primero en los demás y yo me dejé en el último lugar. Supe que tenía que reinventarme, empezar de nuevo y con otra actitud ante la vida, más fuerte, más tranquila y más feliz. Por mí y por ella.

Mi segundo angelito, invisible a mis ojos, fue el que permitió que los astros se alinearan para que a mi llegada las cosas vayan saliendo bien. Súper bien. Conseguí trabajo al tercer día de llegar a Lima. Y no cualquier trabajo. Regresé al querido trabajo que tuve que dejar hace seis años con el dolor de mi corazón por irme a vivir a Chile. Fue simplemente una casualidad que justo a mi regreso estén necesitando una persona que ocupe el puesto que yo dejé hace años??? O fue mi angelito el que con sus delicadas manos cuidó de mí y me dio esta nueva oportunidad??. Quiero creer lo segundo. Después de tantos años de sentirme tan frustrada profesionalmente, tan improductiva y tan buena para nada, el sentirme útil de nuevo fue lo mejor que me ha podido pasar y lo que ha permitido mi rapidísima reinserción en Lima.

Y también tuve la inmensa suerte de conseguir quien cuide de mi hija mientras yo estoy en la oficina. Una persona buenísima, muy conocida y de absoluta confianza que también, vaya casualidad! estaba buscando trabajo a mi llegada. No hay duda que las cosas estaban dadas para que todo salga bien.

Ahora, a casi siete meses de mi retorno creo que recién me puedo dar un tiempo para pensar en todo. Y lo pienso y analizo con bastante cabeza fría y llego a la conclusión que todo fue para mejor. Hace mucho tiempo llevaba una mochila demasiado pesada sobre mis hombros y el haberme quitado esa mochila me ha vuelto más liviana y más fuerte. Sumamente fuerte.

Los meses han pasado y ahora mi hija está próxima a cumplir su primer año. Y vaya año!! Ella no recordará todos los cambios por los que tuvo que pasar desde que nació. Mejor así. Mi objetivo en la vida es que ella crezca feliz, sintiéndose amada, sin que nada la perturbe. Y lo estoy logrando, es una niña preciosa, fuerte, sana y feliz. Y su felicidad es la mía también. Había olvidado lo que es amar a alguien con todas tus fuerzas hasta que Ivana llegó. Gracias a Dios la tengo a ella, y me considero una mujer sumamente afortunada por tener el privilegio de ser su mamá.

No sé que nos deparará el futuro, ni quiero pensarlo tampoco. Todavía sigo viviendo un día a la vez porque he descubierto que esa es la mejor forma de seguir adelante y disfrutar el momento. Sólo sé que hace mucho tiempo no sentía esta serenidad. Será porque ya soy mamá, será porque estoy rodeada de gente que me quiere, será porque al fin alcancé la madurez, será, será, será…

Y en esas estoy, un poco difícil resumir todo lo que he pasado estos meses en un solo post, pero lo esencial está acá. Estoy en Lima, con mi hija, mi perro, mi familia y mi trabajo. Siiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!!! Recién ahora que lo veo escrito lo asimilo.

He vuelto (y al blog también).

sábado, 16 de mayo de 2009

Ivana

¿Recuerdas cuando aún estabas dentro de mi pancita y te escribía?? No pues, que te vas a acordar, eras demasiado pequeñita y a estas alturas de tu vida en que vas a cumplir 9 meses ya te debes haber olvidado completamente de tu vida intrauterina. O no?? A veces me pongo a pensar qué es lo que recuerdas, en qué piensas cuando sonríes, en qué piensas cuando lloras, qué es lo que pasa por tu cabecita. Ahora nuevamente te escribo, quisiera haberlo hecho antes pero más vale tarde que nunca.


Te amo tanto, pero tanto mi reina preciosa que a veces hasta me asusto. Porque estás creciendo tan rápido que sé que algún día muy pronto yo dejaré de ser el centro de tu mundo y tú tendrás nuevos intereses distintos a jugar conmigo, ver a Doki en la tele y bailar juntas las canciones de Hi5. Por eso a veces quisiera que te quedes así, chiquitita como eres para poder abrazarte, besarte y decirte que te amo sin abrumarte. Pero vas a crecer y te harás cada vez más independiente y yo seré la mamá más feliz del mundo viendo tu desarrollo, es más, yo soy la mamá más feliz del mundo porque te tengo a tí.


Nos han pasado muchas cosas a las dos, tú has ido creciendo y conociendo el mundo, y yo he ido conociéndote a ti y aprendiendo muchas cosas también. Hemos tenido muchos cambios en nuestras vidas, no sé si seas conciente de eso, pero en todo caso yo he hecho todo lo posible para que los cambios no te afecten y tengas un crecimiento normal. Y creo que lo voy logrando hasta ahora. Eres una niña linda, fuerte, hermosa, sana y feliz, muy feliz. Y yo también lo soy, porque tú eres mi felicidad. No sé si recuerdas que te prometí que pase lo que pase nosotras íbamos a estar bien. Pues mami siempre cumple sus promesas, yo estoy bien para que tú también lo estés.


Quizá hoy se me escaparon algunas lágrimas, pero eso me tranquiliza aunque no lo entiendas. Ya me andaba preguntando dónde habían quedado mis lágrimas y tenía un poquito de miedo que algún día se les ocurra salir a todas así de golpe y yo no pueda hacer nada para evitarlo. Pero cómo llorar si tengo tu sonrisa que me ilumina los días y que me alegra la vida?? Cómo quebrarme si tú me haces más fuerte de lo que jamás me hubiera imaginado? Si hay momentos en que me lleno de preguntas sólo tengo que mirarte y tú tienes todas las respuestas. Si todo me parece un sinsentido pues tú le das sentido a todo. Tú eres mi punto de partida y de llegada, mi principio y mi final. Eres mi vida.


Sigue creciendo hermosa que yo siempre estaré a tu lado cuando me necesites, y cuando no me necesites también lo estaré, construye tus sueños, baila, ríe y juega, y se feliz, siempre se feliz, es lo único que le pido a la vida.


Te amo

miércoles, 8 de abril de 2009

Un día a la vez

5.50 a.m., escucho un ruidito en el cuarto de al lado y abro los ojos. A través de mi ventana veo los cerros de Camacho. Sufro un segundo de desconcierto… los cerros son pelados, tristes… En Santiago los cerros son verdes, salvo en verano cuando se ponen amarillos. Cierro los ojos nuevamente y los vuelvo a abrir, los cerros siguen ahí…. Y es ahí donde entiendo… o trato de entender…

Como todas las mañanas, me levanto de la cama, el ruidito en el cuarto de al lado se hace más fuerte, es mi hija que reclama su leche.

Entro a su cuarto me asomo a su cuna y recibo su hermosa sonrisa… Te amo Ivana, mamá te ama… Le preparo la leche y se la doy. Ella ya es una niña grande, ya va a cumplir 8 meses y ya sabe agarrar sola el biberón.

Bajo al primer piso y escucho que suena mi despertador. No sé para qué lo programo a las seis de la mañana todos los días si siempre me levanto antes. Llego a la lavandería y abro la puerta que da al jardín, Canuto me escucha y raudamente baja de la azotea a comer su comida. Lo saludo, le dejo su plato y su agua y subo nuevamente.

Ivana ya terminó de tomar su leche y ahora está parada en su cuna bien agarrada de los barrotes. Entro a su cuarto, le doy un beso y un juguete para que se entretenga mientras me baño.

7 a.m. Ya estoy lista, bañada, peinada, maquillada y vestida de oficina con tacos altos y todo. Llamo a Margarita. Margarita trabajó en la casa de mis papás durante 10 años y ahora ha vuelto de nana de Ivana. Le doy las indicaciones del día, me despido de mi hijita. En el primer piso a veces encuentro a mi papá o a mi mamá, me despido de ellos. En la puerta me espera Canuto, me despido tratando de que no me ensucie la ropa oficinesca, cierro la puerta… Canuto me mira un rato entre las rejas y luego parte a perseguir a alguna paloma distraída.

7.15 a.m. Estoy en el paradero, esperando alguna combi que no esté tan repleta de gente. Ni sueño con ir sentada pero por lo menos una en la que no tenga que ir tan apachurrada por favor, por favor…

7.25 a.m. Las bocinas de los autos me ensordecen y yo sigo esperando mi combi. Ni modo, se hace tarde, a tomar la primera que venga nomás… Ahí viene una…sube, sube…

7.35 a.m. Definitivamente necesito un auto. Yo tenía un autito verde y antiguo pero para mí era lo máximo. Ya no lo tengo. Quiero un auto igualito, necesito un auto!!!!! No me empujes oye. No me da la gana de acomodarme mas allá en el pasillo, ya subió demasiada gente a esta combi. El trayecto Wong de Camacho- Rivera Navarrete se me hace interminable. No entiendo como hace 6 años hacía el trayecto Wong de Camacho- Universidad Católica a cada rato. El tráfico está peor?? Las combis están peor??? O soy yo la que me desacostumbré??? Debe ser esto último, necesito un auto carajo, no me empujes! Bajo, bajo…

7.55 a.m. Pinche policía de tránsito en qué momento vas a parar los autos para poder cruzar la calle!!!! Me arreglo el pelo despeinado, trato de alisarme la ropa arrugada. Pinche combi, necesito un auto, necesito, necesito, necesito…Llevo 5 minutos esperando para cruzar la Javier Prado, ah ya está por fin. Cruzo.

8.00 a.m. Entro a la oficina. La misma que hace más de cinco años dejé porque me iba a vivir a Chile. Ahí está mi escritorio… el mismo. Tal parece que me hubiera tomado unas vacaciones que duraron más de 5 años. Pero no, no fueron vacaciones. Prendo la PC y me sirvo el primer café de la mañana.

1.30 p.m. Pucha que rápido se pasó la mañana, ya tengo hambre. Hoy no traje almuerzo, no había nada preparado en la refri. No importa, Food Court de Saga para variar, ¿qué almuerzo hoy? Bembos, Burger, Mc Donalds?? Qué raro que con tanta comida chatarra que ando embutiéndome últimamente todavía siga adelgazando. Bueno, no me quejo.

2.30 p.m. Llamada a la casa. Hola, cómo está mi bebé? Comió bien? Está durmiendo? Le diste su remedio? Ya no sigue tosiendo? Mándale un beso.

5.00 p.m. Ya es la hora de salida pero tengo cuchucientas mil cosas que hacer. Si me quedara todos los días hasta más tarde podría terminar con todos los pendientes, pero no, no vería nunca a mi hija. A ver, termino este informe y me voy.

6.00 p.m. Pucha las seis. Ahora sí me voy. Chau, chau, hasta mañana.

6.15 p.m. Conseguí un asiento junto a la ventana. Veo la avenida Javier Prado, y como todas las tardes siento ese trocito de angustia que va creciendo en mi interior. Hace 5 años y un poco más también hacía ese recorrido todas las tardes de vuelta a mi casa. ¿El tiempo retrocedió? No, ahora es distinto… Ahora hay una niña preciosa que me espera en casa… De nuevo la angustia que crece peligrosamente… ¿Qué pasó? ¿Qué me pasó? ¿Qué nos pasó?... Tomo aire y me trago la angustia, no dejes que crezca, no pienses…

6.50 p.m. Entro a la casa. Me recibe Canuto, ahora sí ensúciame nomás todo lo que quieras. Donde está mi hijita???? Allí está, jugando feliz. He llegado razonablemente temprano, juguemos, cantemos, bailemos. ¿Qué nueva gracia has hecho hoy? Siempre sale con algo nuevo…

7.30 p.m. Ivana se muere de sueño. Margarita se la lleva a acostarla. Se duerme temprano. Converso un rato con mis papás, juego con Canuto, lo saco a pasear.

10.00 p.m. Me voy a dormir, me muero de sueño. Entro al cuarto de Ivana que duerme tranquilamente en su cuna. Parece un angelito… Lo es. Chau bebé. Duerme tranquila, mamá te ama, papá te ama…Hasta mañana… mañana será otro día igual. Ah no, mañana es sábado.

05.50 a.m. Ahí están los cerros de nuevo… Hoy es sábado. Margarita se va temprano y yo soy toda para mi hija el fin de semana.

06.30 a.m. Ivana ya tomó su leche y ahora estamos sentadas frente a la PC. Ivana le sonríe a la imagen de su papá a quien ve por la webcam. Su papá la saluda desde Santiago, le dice que ha crecido mucho, que la ama y que la extraña… Ella lo escucha y sonríe… Yo trato de entender… No, mejor ni lo intento… mejor sigo viviendo un día a la vez.

Hace tres meses que vengo viviendo un día a la vez.