- Mira Ivana, la bandera del Perú!!!
Ella alza la mirada y sonríe ampliamente, luego me mira para que yo también sonría con ella. Al parecer la bandera flameante en la entrada de la casa es algo que le gusta mucho. Y considerando que en estas fechas todas las casas tienen su banderita, Ivana anda feliz con tan bonito espectáculo. No hay caso, mi hija habrá nacido en Chile pero es más peruana que la papa a la huancaína igual que su mamá.
Y caigo en cuenta que desde el 2003 no pasaba Fiestas Patrias en mi país.Y es que estando fuera sientes más estas fechas. Cuando estaba en Santiago, 28 de julio era una fecha que siempre me ponía nostálgica aunque siempre estaba el plus de ir a la fiesta de la embajada (cómo habrá salido este año??). Ahora ya en mi país, el 28 de julio es eso: El 28 de julio, o sea feriado (largaaaaaaaaaazo 5 días!!) y claro que está todo el tema de “tengo el orgullo de ser peruano y soy feliz” pero ya no con pena ni nostalgia sino con alegría. Viva el Perú señores.
Siempre imaginé que en caso de regresar al Perú el volver a adaptarme iba a ser difícil. Pero realmente no lo fue tanto. Quitando el trauma inicial de enfrentarme al siempre caótico tráfico limeño (desde que llegué no he vuelto a manejar un auto) y el no reconocer a personas a las que no veía hace 6 años, no ha estado tan difícil la adaptación. Es que es mi país pues.
Me he reencontrado con mi país, con mi ciudad y me han acogido con los brazos abiertos. Regresé cual hija pródiga a sentirlo todo, a vivirlo todo y a comérmelo todo también. Ahora si me quiero tomar una Inca Kola o comerme un Sublime sólo voy a cualquier kiosco, bodega, supermercado, tienda, etc, y ahí van a estar. Lo máximo no??? Ahora aprecio más estos pequeños placeres de la vida, con decirles que hasta la música de los Hermanos Yaipén me vacila.
Ahora me abrazo a mi tierra para no soltarla jamás, ahora la valoro más, ahora la amo más. Y esto me lleva a otro punto…
Te debo una gran disculpa, ciudad de Santiago de Chile. He sido sumamente maleducada. Me fui sin despedirme y eso no se hace. Mas aún si tú mal que bien me acogiste durante varios años. Siempre pensé que si llegara el día en que tuviéramos que despedirnos lo haría a lo grande. Pero no fue así. Me fui rapidito, sin pensarlo mucho y por la puerta falsa por si fuera poco. No te dediqué ni un gracias, ni una última mirada, ni un último pensamiento.
Por eso ahora recién me despido, y te imagino después de la lluvia, con tu hermosa cordillera vestida de blanco y tu cielo azul. Pero no se compara al cielo gris de mi Lima que tanto amo. Nunca se comparó… nunca. Eres una ciudad hermosa pero que nunca sentí mía, porque yo tampoco fui tuya. Te quise muchas veces, te odié otras tantas, pero tú no tienes la culpa, tú simplemente estuviste ahí como escenario de mis muchas tristezas y mis pocas alegrías…
No sé si algún día volvamos a vernos, por el momento no me hace falta, de repente de acá a unos años Ivana quiere conocer la ciudad donde nació y ahí nos veremos las caras de nuevo. Y vas a ver que voy a ser una persona distinta a la que conociste… ya lo soy. En cambio tú seguirás siendo la misma ciudad hermosa que nunca supe entender y siempre sentí tan fría y tan lejana. Me despido diciéndote adiós Santiago querido, como la cueca, siempre te voy a recordar.
Y a mi Perú: TE AMO, tú y yo sí nos comprendemos no???
Felices Fiestas Patrias!
Ella alza la mirada y sonríe ampliamente, luego me mira para que yo también sonría con ella. Al parecer la bandera flameante en la entrada de la casa es algo que le gusta mucho. Y considerando que en estas fechas todas las casas tienen su banderita, Ivana anda feliz con tan bonito espectáculo. No hay caso, mi hija habrá nacido en Chile pero es más peruana que la papa a la huancaína igual que su mamá.
Y caigo en cuenta que desde el 2003 no pasaba Fiestas Patrias en mi país.Y es que estando fuera sientes más estas fechas. Cuando estaba en Santiago, 28 de julio era una fecha que siempre me ponía nostálgica aunque siempre estaba el plus de ir a la fiesta de la embajada (cómo habrá salido este año??). Ahora ya en mi país, el 28 de julio es eso: El 28 de julio, o sea feriado (largaaaaaaaaaazo 5 días!!) y claro que está todo el tema de “tengo el orgullo de ser peruano y soy feliz” pero ya no con pena ni nostalgia sino con alegría. Viva el Perú señores.
Siempre imaginé que en caso de regresar al Perú el volver a adaptarme iba a ser difícil. Pero realmente no lo fue tanto. Quitando el trauma inicial de enfrentarme al siempre caótico tráfico limeño (desde que llegué no he vuelto a manejar un auto) y el no reconocer a personas a las que no veía hace 6 años, no ha estado tan difícil la adaptación. Es que es mi país pues.
Me he reencontrado con mi país, con mi ciudad y me han acogido con los brazos abiertos. Regresé cual hija pródiga a sentirlo todo, a vivirlo todo y a comérmelo todo también. Ahora si me quiero tomar una Inca Kola o comerme un Sublime sólo voy a cualquier kiosco, bodega, supermercado, tienda, etc, y ahí van a estar. Lo máximo no??? Ahora aprecio más estos pequeños placeres de la vida, con decirles que hasta la música de los Hermanos Yaipén me vacila.
Ahora me abrazo a mi tierra para no soltarla jamás, ahora la valoro más, ahora la amo más. Y esto me lleva a otro punto…
Te debo una gran disculpa, ciudad de Santiago de Chile. He sido sumamente maleducada. Me fui sin despedirme y eso no se hace. Mas aún si tú mal que bien me acogiste durante varios años. Siempre pensé que si llegara el día en que tuviéramos que despedirnos lo haría a lo grande. Pero no fue así. Me fui rapidito, sin pensarlo mucho y por la puerta falsa por si fuera poco. No te dediqué ni un gracias, ni una última mirada, ni un último pensamiento.
Por eso ahora recién me despido, y te imagino después de la lluvia, con tu hermosa cordillera vestida de blanco y tu cielo azul. Pero no se compara al cielo gris de mi Lima que tanto amo. Nunca se comparó… nunca. Eres una ciudad hermosa pero que nunca sentí mía, porque yo tampoco fui tuya. Te quise muchas veces, te odié otras tantas, pero tú no tienes la culpa, tú simplemente estuviste ahí como escenario de mis muchas tristezas y mis pocas alegrías…
No sé si algún día volvamos a vernos, por el momento no me hace falta, de repente de acá a unos años Ivana quiere conocer la ciudad donde nació y ahí nos veremos las caras de nuevo. Y vas a ver que voy a ser una persona distinta a la que conociste… ya lo soy. En cambio tú seguirás siendo la misma ciudad hermosa que nunca supe entender y siempre sentí tan fría y tan lejana. Me despido diciéndote adiós Santiago querido, como la cueca, siempre te voy a recordar.
Y a mi Perú: TE AMO, tú y yo sí nos comprendemos no???
Felices Fiestas Patrias!