viernes, 18 de enero de 2008

El poder de la mente

Como últimamente ando en la onda yoga-meditación, ayer asistí a una sanación y alineación de chakras grupal.

Juat?? Les explico un poco porque yo hasta ayer también era una ignorante en la materia. Según el hinduismo, el ser humano posee siete fuentes de energía o “chakras” que están alineados a lo largo de la columna vertebral, desde la cabeza hasta el coxis. Estos siete puntos redistribuyen en tu cuerpo la energía del universo. La idea es que estos chakras están alineados correctamente, para que así todo tu cuerpo esté en equilibrio con el plano material e inmaterial, oséase, con tu cuerpo físico y con el universo, la tierra, los astros, etc.

Es un hecho que el ser humano no desarrolla su mente a todo su potencial, hay tantas cosas que desconocemos y tantas posibilidades de expandir nuestra mente que es una lástima que no desarrollemos más nuestras capacidades. Ayer nos demostraron qué tan fuerte trabaja la mente en cosas aparentemente sencillas.

En primer lugar nos pusieron en parejas. Teníamos que cerrar los ojos y nuestra pareja tenía que darnos un empujón (suave nomás). La primera reacción era irse hacia atrás, y hasta tropezar un poco.

Luego empezó la meditación. Teníamos que imaginar un haz de luz dorada que saliera de nuestro primer chakra (el del coxis), atraviese las capas de la tierra, y llegue a su mismo centro. Una vez ahí teníamos que sujetarlo firmemente. Luego volvimos a hacer lo del empujón y casi ni nos movimos, estábamos todos firmemente atados a la tierra. Loco no?? Obviamente nadie estaba atado de verdad, sólo había bastado imaginarnos ese cable a tierra para estar más firmes.

Después seguimos con la sanación. Por ese cable, soga, cadena, rayo de luz (o como sea que cada uno se lo hubiera imaginado) teníamos que botar todas nuestras penas, nuestras rabias, todo lo que de alguna manera nos ponía mal. Todo eso iba a ir a la tierra, lejos de nosotros.

Hubo algunas personas que se imaginaron barriendo a los indeseables, otros botándolos por agua, otros quemándolos con fuego, otros como si se estuvieran yendo por el water. Yo lo visualicé como si se estuvieran cayendo por un precipicio. Me costó un poco imaginármelo pero después de un rato veía como mis penas, mis preocupaciones, y todo lo que de alguna forma me hace daño iba cayendo por el precipicio y se perdía en la nada. E increíblemente cuando abrí los ojos me sentía mucho más ligera, como si me hubiera quitado un peso de encima. Hubo por ahí hasta una chica que se emocionó y botó sus lagrimones. Debe haber tenido muchas penas y cosas terribles de las que deshacerse.

Nuevamente me asombré de lo fuerte que es la mente. Quizá nuestros problemas sigan allí. El hecho de haberlos botado no significa que se hayan terminado nuestras deudas, que nuestro pariente enfermo haya sanado, que nuestra pareja haya decidido ya no engañarnos, que nuestro hijo ya no tenga problemas de adaptación con los otros niños del colegio (todos ejemplos inventados) Los problemas quizás sigan allí pero el simple hecho de imaginarnos que se están yendo hace que nos sintamos mejor, más aligerados y más fuertes.

Salí de la sanación bastante contenta. No sólo porque me sentía más aliviada sino porque siempre queda la satisfacción de haber tenido una nueva experiencia. Así que ahora ando con mis chakras alineaditos, recuuuntra centrada y con los pies bien puestos en la tierra.

Veremos cuanto me dura… repitan conmigo ommmmmmmmmmmmmm...

lunes, 14 de enero de 2008

Cuando la navidad se termina

A pesar que la navidad terminó hace varios días, el clima navideño todavía se hacía sentir en mi casa ya que recién ayer desarmé el arbolito, el nacimiento y toda la parafernalia navideñezca.

Por lo general el ritual es el mismo todos los años, el primero de diciembre afanosísima saco todos los adornitos, armo el árbol, decoro la casa, cuelgo luces y soy feliz. El 7 de enero, renegando desarmo todo y lo meto en una maleta donde quedará guardado hasta el próximo año.

Este año el ritual fue algo distinto y especial. El primero de diciembre armé el arbolito, el nacimiento, y puse algunos adornitos que tenía por ahí. Era mi primera navidad en nuestra casa y aparte esperaba a mi familia que vendría a pasar fiestas con nosotros así que estaba emocionada. Sin embargo cuando terminé de ordenar la casa seguía viéndose medio vacía y triste, no tan navideña como hubiera querido.

Acá por favor déjenme aclarar que yo en cuestiones navideñas soy super medida, no me gusta decorar en exceso, mi árbol tiene los adornitos justos para que se vea lindo sin parecer recargado, mi nacimiento tiene solamente los personajes principales, no tengo ni perros, ni chanchitos , ni dinosaurios ni GI.Joes en él. Tampoco tengo lagunitas ni cerritos. Tengo una cantidad limitada pero suficiente de adornitos. Me gusta la navidad pero me apabulla entrar a una casa donde se vean angelitos volando, Papa Noeles bailando y miles de musiquitas navideñas que suenan al mismo tiempo.

Bueno, como les iba contando, como venía de vivir en un depa chiquito a una casa bastante más grande los pocos adornitos que tenían bailaban en mi casa. Así que imbuidos del espíritu navideño mi esposo y yo volamos a las tiendas a comprar más adornitos y parafernalia navideña para que la casa se vea linda, y además pensando en la cena navideña que íbamos a tener (12 personas entre familia y amigos) tuvimos que aprovisionarnos de platos, fuentes, cubiertos, servilletas, etc., todos con motivos navideños.

Una vez colocadas las nuevas adquisiciones ya consideré que mi casa estaba lo suficientemente linda y navideña para las circunstancias, pero no contaba con la segunda oleada de adornitos. Mi mamá llegó el 15 de diciembre con el 90% de su maleta cargada de más artículos navideños para decorar mi dulce hogar.

Después de colocar estas otras nuevas adquisiciones ahora sí ya podría decirse que mi casa estaba en el límite de la navideñez antes de verse exagerada. De hecho no le faltaba nada pero tampoco le sobraba, era una casa linda, hermosa y correctamente adornada. Pero si me ponían un adornito más ya me podría haber dado alergia a la navidad, así que digamos que los adornos estaban en su justa medida.

Pasó la navidad, llegó el 7 de enero, que cayó lunes, y de sólo pensar que tenía que desarmar toooooooooooda la decoración navideña, me dio flojeritis aguditis y decidí posponerlo para el fin de semana en que mi esposo me podría ayudar. En conclusión este fin de semana desarmé todo. Me demoré dos días. Generalmente con los artículos navideños que tenía no llegaba a llenar una maleta. Este año llené dos maletas grandes. Tengo 5 veces más adornos navideños que el año pasado. Antes me demoraba dos horas en desarmar todo en mi departamento, ahora me demoro dos días, saquen su cuenta. Claro que con sus breaks, con este calor no hay actividad física que pueda hacerse por un tiempo prolongado.

Cuando mi esposo y yo vimos la cantidad de cosas navideñas que estaban guardadas quedamos en que la próxima navidad no compraremos NADA, creo que ya tenemos suficiente y la casa se ve linda así. Aunque de repente la próxima navidad ni armaremos el arbolito porque la idea es pasar las fiestas en Lima. Ojalá pues. Todavía falta muuuucho tiempo.

martes, 8 de enero de 2008

Verano caliente

Inspirada en el post de Gigi...

Hasta hace unos años atrás, cuando vivía en Lima, si me preguntaban cuál estación del año era mi preferida, yo sin dudar hubiera exclamado feliz: “El verano!!”

Verano en Lima era sinónimo de playa, relax y juerga. Creo que todos los veranos que viví en Lima fui más feliz que el resto del año. Pienso que mucho influye tener la piel bronceada, eso sube el ánimo. Los días claros también contribuyen a crear la atmósfera de felicidad. Los fines de semana en la playita, con tu cervecita y tus choritos a la chalaca al lado ya es una imagen paradisíaca. Y cualquier día laboral de la semana podías escaparte a la hora de almuerzo a comer un cebichito frente al mar. Rico.

Rico el solcito, y rico el aire fresco. Riquísimo el verano… en Lima.

Luego de 4 años viviendo en Chile puedo afirmar categóricamente que no hay nada más insoportable que el verano en Santiago. Esta es una ciudad que está lejos del mar, mas bien está pegada a la cordillera de los andes y tiene un clima seco de sierra. Los climas acá son bastante extremos, mucho frío en invierno y mucho calor en verano.

Acá llegar a 30 grados es una pichanga realmente, lo común de cada día del verano. Por lo general la temperatura promedia los 32 grados y hay días en que se ha llegado a 37 grados. Se que en Europa es peor, y hasta creo que en Buenos Aires también, pero desde la perspectiva de alguien que estaba acostumbrada a los veranos limeños, es bastante el cambio. Un día que haga 28 grados, ya es un día más “fresquito” en comparación de los otros.

Aparte del calor, no corre una gota de viento así que es realmente sofocante estar en la calle entre las 3 y las 6 de la tarde, que es el momento en que el sol quema más fuerte. A esa hora mejor ni salgas de tu casa. Hace como tres veranos atrás, estaba parada en un paradero esperando una micro que no pasaba nunca debajo del sol radiante cuando en eso empecé a sentir un olor a quemado. Miré a mi alrededor y no había nadie hasta que me di cuenta que el olor provenía de mí. Me pasé la nariz por el brazo y me di cuenta de donde venía el olor. Los pelitos del brazo se habían chamuscado por el calor. De verdacito, se los juro. Mucho, mucho calor.

Y la playa más cercana está como a 2 horas. Se puede ir los fines de semana pero es todo un viajecito. Hay playas un poco más cercanas como Viña ( que ni tanto más cercana, te demorarás hora y 45 en llegar) pero particularmente a mí Viña me hace recordar a Ancón un día domingo. Más allá está Reñaca que se supone que es un poco más pípiris, pero la verdad es que es una tripita de arena atiborrada de gente. Todo el mundo quiere ir a Reñaca. Todos menos yo que odio las multitudes.

El verano pasado estuvimos yendo a Maitencillo, esta playa de la foto. Es una playa más grande y no está tan crowded como las anteriores. Sí bonita, pero falta algo. El cebichito, los choritos, la chelita. Pero en todo caso playa es playa e igual soy feliz cuando estoy echada en la arena frente al mar.

Pero eso es con suerte algún fin de semana. Los demás días a ahogarse en Santiago. Encima por donde vivo ahora hace más calor. Será porque no hay edificios o porque está al lado de un cerrito pero el caso es que nunca había sentido tanto calor. Es realmente idiotizante. Tengo que regar el jardín dos veces al día e igual se está secando por algunas partes. Y cada vez que salgo a regar el jardín me echo un poco de agua con la manguera para no caer desmayada bajo el sol. Y ni les cuento el hermoso bronceado camionero que tengo. Los brazos negros y la panza y las piernas blancas. Sólo me bronceo cuando salgo a regar.

Por suerte tengo una vecina buena gente que de vez en cuando me invita a su piscina y soy feliz. Salimos del agua cuando ya estamos arrugadas y moradas porque hace tanto sol afuera que ni provoca echarse en la toalla. Pero tampoco es que me invite todos los días.

Recién estamos 8 de enero, queda por lo menos mes y medio más de sol y yo ya no lo soporto. Encima con el cambio al horario de verano recién anochece a las 9 y media así que los días son inmensamente largos. Puaj.

No me gusta para nada el verano en Santiago, me quedo mil veces con la primavera o el otoño.

miércoles, 2 de enero de 2008

Segundo blogocumpleaños

Casi se me pasa, casi se me pasa!!!!

Pero no se me pasó tan magna fecha. Este su blog amigo cumple 2 añitos de vida el día de hoy, ocasión perfecta para exclamar: Cómo pasa el tiempo!!!!

Si tuviera que hacer un balance de lo que ha significado tener un blog pues sin duda este sería positivo. Ha sido super saludable y entretenido mantener este blog, y lo mejor de todo es los buenos amigos que he podido hacer por este medio. Amigos que siento muy cercanos a pesar que en la mayoría de los casos nos separan miles de kilómetros de distancia.

Si bien reconozco que el 2007 no he actualizado el blog tanto como lo hice en el 2006, igual el blog siempre ha estado ahí y sé que por más que me desaparezca por temporadas, cuando regrese siempre voy a ser acogida (Gracias GReader) e igualmente pasa con los amigos bloggers, unos llegan, otros se van, varios regresan y cada vez nos vamos haciendo más amigos.

Este año no he tenido tiempo de sacar estadísticas como hice el año pasado. Pero sí puedo revisar rápidamente quienes han sido los más comentadores este año. Veamos:

Los ganadores del 2007 son: En primer lugar Dragón del 96 con 55 comentarios!! Ves Dragón, nunca habrás llegado primero a comentar pero el año pasado fuiste el que más comentaste. En segundo lugar Schatz con 50 comentarios, en tercer lugar Jocho con 48 (salió en rima), en cuarto lugar Ana Lucía con 47 y el quinto lugar es del Perro Andaluz con 46.

Si sumamos los comentarios del 2006 y el 2007 el top five de comentarios está compuesto por:

1. Schatz con 125 comentarios.

2.Darling con 122 comentarios

3. Dragón del 96 con 114 comentarios

4. Patricia con 97 comentarios

5. Rahm con 87 comentarios

Tal cual ofrecí el año pasado, los bloggers citados anteriormente son libres de elegir su premio y yo trataré de cumplirlo mientras esté a la altura de mis posibilidades (no vale pedir imposibles!!). Y les agradezco mucho los comentarios y su amistad.

Y a todos los demás gracias también, la vida es más linda y llevadera con ustedes. Espero este año tener muchas cosas lindas para contarles y seguir disfrutando de su compañía virtual.