viernes, 27 de junio de 2008

Publicherry

Un post cortito sólo para comentarles que nuestra querida Isa ha tenido la idea de reunir a varias mamás bloggers en un blog donde contemos nuestras aventuras y vicisitudes en este lindo rol de la maternidad. Como se habrán dado cuenta yo soy una de estas mamis bloggers y eso hace que me sienta realmente lo máximo por el hecho de haberme incluido en la lista con mi bebe todavía en la panza.

Así que mamis, papis, no mamis, blogleyentes en general, dense un salto por este blog llamado “En el principio fue un óvulo”, denle una ojeada, dejen su comentario, y unas palabras de aliento para estas mamitas ricas y apretaditas (menos yo que soy la mamá gordinflona). Ya hay algunos posts publicados y yo estoy a punto de publicar el mío.

Y a las mamis que quieran ser parte de este blog, avisen nomás y las invitamos a participar.

Ya, eso es todo, no hay mayor novedad. Hasta la próxima!!

viernes, 13 de junio de 2008

Slow Motion

En estas últimas semanas, desde que regresé de Lima, siento que mi vida transcurre muy lentamente. Tiene que ver con el hecho de que ahora me tomo mi tiempo para todo, hasta para bloguear.

Obviamente el hecho de cargar una panza de siete meses influye bastante en la lentitud y pesadez de mis movimientos. Antes subía los tres pisos de mi casa pisando los escalones de dos en dos. Ahora voy despacio y llego arriba con la lengua afuera. La explicación es que la bebe presiona el diafragma lo cual hace más difícil respirar. Pucha, de hecho que lo hace difícil, y eso que antes fumaba y ahora que dejé de fumar me falta el aire para todo. Y ni hablar de bajar las escaleras. Despacito, peldaño a peldaño y bien agarradita. Cuando tenía 12 semanas de embarazo, era febrero, aún no tenía panza y nadie notaba que estaba embarazada, iba bajando feliz las escaleras con mis sandalias de taco cuando en eso me resbalo horriblemente y me voy para atrás. Agarrándome de las paredes logré amortiguar un poco el golpe, pero igual caí sentada fuertemente y me empezó un dolor agudo en el vientre bajo. Sentada en los escalones lloré un buen rato aterrorizada con el golpe y esperando lo peor. Al día siguiente tenía una ecografía y cuando vi al pequeño embrioncito con su corazón latiendo normalmente recién pude respirar tranquila. Llegué a la casa y guardé todos los zapatos de taco al fondo del closet. Mejor evitar riesgos. Y desde ahí me fijo muy bien al bajar las escaleras.

Dormir es otro tema, ya que las piernas se me acalambran y tengo que inventar posiciones con las almohadas para sentirme más o menos cómoda para conciliar el sueño. Yo siempre he sido de dormir boca abajo con la carota enterrada en la almohada, ahora no hay forma de ponerme boca abajo por la panzota, tengo que dormir forzosamente de costadito porque boca arriba me ahogo. Y levantarse de la cama es otro drama. Me cuesta. Tomando en cuenta que en siete meses he subido casi diez kilos, más los aproximadamente 4 kilos que subí antes de quedar embarazada y los kilos que seguiré subiendo en estos dos meses que faltan que supuestamente son en los que más engordas, yo creo que cuando llegue a los 9 meses necesitaré una grúa para levantarme de la cama.

La verdad es que todo esto suena a queja pero no me estoy quejando. Sé que estas molestias son parte del circo, me siento una papa rellena total pero confío en tener suficiente fuerza de voluntad para perder los kilos ganados poco a poco cuando nazca mi hija. Al menos mi examen de tolerancia a la glucosa salió bien, yo que andaba medio preocupada por lo de la diabetes gestacional. No tengo diabetes pero sí estoy medio anémica. Pero no parezco anémica para nada, tener un poco de anemia es la historia de mi vida, siempre he sido de tener la hemoglobina baja, Drácula se moriría de hambre conmigo, pero en este caso, estando embarazada debo cuidarme un poquito en la alimentación y tomar suplementos de fierro.

Mis días están así, sin mayor novedad, súper tranquilos. Casi ni salgo de mi casa, a no ser que tenga que ir al doctor o a hacer algún pago o compra. Por lo general me quedo en casa bien resguardadita del frío y a lo mucho voy al parque un rato en las tardes a pasear con Canuto. Mi día se va entre las cosas de la casa en las cuales trato de no esforzarme demasiado, leer blogs un rato, participar en un foro en el que estoy metida hace unos meses (ya les contaré de eso en otro momento) e ilustrarme todo lo posible sobre crianza de niños recién nacidos y etecé. Todo esto amenizado por música prenatal que supuestamente estimula y desarrolla el cerebro de los bebés desde que están en la panza. Así que todo el día me la paso escuchando música clásica, y las versiones para bebés de las canciones de U2, Sting, Bob Marley, Coldplay, Calamaro, Elton John y varios más. Hasta tengo un CD de música peruana para bebés que conseguí en Lima, así que Ivanita aprenderá a bailar marinera antes que cueca (obvio con los dos papás peruanos). Esto en la casa nomás porque cuando voy en el auto sí pongo música normal “de adultos”, es un trato que he hecho con Ivana desde ahora, mientras manejo nada de Barney ni de canciones infantiles porque me estresan, en la casa todo lo que quiera, pero en el auto de mamá, mami decide la música. Veamos si Ivana acepta mi trato cuando tenga dos años.

Siento que estoy en un momento de reflexión e introspección. El hecho de que muy, muy prontito tendré a una personita que dependerá totalmente de mí hasta para alimentarse me parece maravilloso pero me asusta un poco también. Y estoy viviendo lentamente pero igual los días pasan rápido.

Recuerdo cuando inauguramos la casa, a principios de noviembre. Ese día hicimos un almuerzo con nuestros amigos, y una amiga llegó feliz y emocionadísima a contarnos que estaba dichosamente embarazada de un mes y medio. Todos nos alegramos y felicitamos a los futuros padres. Yo abracé a mi amiga, a quien quiero mucho por cierto, sintiéndome feliz por ella pero al mismo tiempo sintiéndome inmensamente desdichada por mí. Ese día, mientras le enseñaba la casa nueva y veíamos el cuarto vacío que estaba reservado para el bebé que no quería llegar a nuestras vidas, le pedí que me contagie, a ver si se me pegaba el embarazo a mí también. Mi amiga fue eficientísima con el contagio pues menos de un mes después quedé embarazada.

Esta amiga ha dado a luz hace unos días un hermoso niño. No puedo creer que ya nació su hijito, todo ha sido tan rápido, éramos las dos embarazadas del grupo y ahora ella ya tiene a su pequeño en brazos. Mientras veía a ese diminuto ser humano tan hermoso, tomé en cuenta que en apenas dos meses más yo también iba a estar así. Internada en la misma clínica, mirando a mi pequeñita recién nacida. Y confieso que me dio algo de miedito, la verdad es que siempre que ha habido algún cambio en mi vida he sentido miedo, y el cambio que se me viene es muuuy grande. Pero es un cambio lindo en todo caso así que no me queda otra que ser valiente.

Por lo pronto ya me inscribí en la clínica para varios talleres sobre el parto, post parto, lactancia y etecés. Ya me imagino la cosa, varias mujeres con las barrigas a punto de reventar, muy aplicadas tomando nota de todo lo que los doctores nos cuenten para que a la hora de la hora con los nervios se nos olvide todo. Pero bueno, algo se me quedará e iré matando el tiempo que falta para el nacimiento de la bebe aprendiendo algo que pueda servirme.

Igual todavía queda mucho por hacer. Todavía no hemos comprado la cuna, el cuarto de la bebe está casi terminado de pintar pero faltan colgar las cortinas todavía. Tengo que lavar su ropita pero primero esperaré a tener la cómoda para ir guardando la ropa limpia. Hay que aprovisionarse de pañales, biberones y etecés, hay que preparar el maletín que se llevará a la clínica, miles de cosas pero todavía hay un par de meses para hacerlo. La cuestión es que sé que esos meses van a pasar rápido, mientras yo me muevo cada vez más lento.

En estos últimos posts sólo les he hablado de mi embarazo, espero no aburrirlos pero la verdad es que en mi vida no está pasando mayor cosa. Aparte es una etapa súper importante y el hecho de escribir como me siento de repente me sirve de recordaris de acá a algunos años en que Ivana ya esté grandecita, yo esté flaca y regia nuevamente (jaaa) y ya hasta me haya olvidado que se sentía estar embarazada.

Así que aguántenme si es que no tengo otro tema para contarles ya??