martes, 28 de noviembre de 2006

Superstar

El domingo asistí a la última función del musical Jesucristo Superstar en el Teatro Segura.

Esta obra me ha gustado desde que vi la película hace cuchucientos mil años. Me se las canciones de memoria y pasé varias semanas bajándome el disco completo del Kazaa (la versión en inglés, porque la versión en español nunca la conseguí completa). Sin embargo nunca había presenciado el musical en vivo, y eso es algo que siempre había querido hacer. Sabía que todas las Semanas Santas grupos parroquiales y otros se ocupaban de presentar la obra, pero sospechaba que no sería un espectáculo tan bueno que digamos, así que nunca fui, esperando a que algún día se presente en un montaje a la altura de la circunstancias.

Por supuesto que lo óptimo hubiera sido verla en Broadway, pero ni modo, un toque difícil, pero igual no perdía las esperanzas. Si a Santiago llegó Cats, bien podía llegar JC Superstar…

Es por esto que me quedé piconaza cuando me enteré que en junio la obra se había presentado en Lima, con músicos en vivo y buenos artistas, no pues, y yo en Santiago esperando que la presenten… Pero como la vida es justa, cuando llegué a Lima me enteré que la habían vuelto a presentar y sin pensarlo dos veces compré una entrada.

Me gustó mucho. La obra trata sobre los últimos días de la vida de Cristo, desde la entrada a Jerusalén hasta la crucifixión, y se centra sobre todo en los cuestionamientos de Judas hacia Jesús sobre su papel de líder. Es por esto que en los 70`s la obra causó algo de polémica ya que se muestra la figura de Jesucristo más humano que divino. Pues justamente eso es lo que más me gusta de esta obra, que presentan a Jesús como un hombre real, que en algún momento duda, y se ve agobiado por tanto sufrimiento. Basta escuchar la canción “Getsemani” para ver de qué forma Jesús está humanizado en esta obra. Esa canción siempre me ha puesto la piel de gallina, y escucharla en vivo me llegó al corazón, y por supuesto: shoré.

Muy buena la actuación de Marco Zunino como Jesús. Una pena que Giovanni Ciccia, quien tenía el papel de Judas haya estado con el pie enyesado, ya que su papel tuvo que ser cubierto por Mateo Chiarella, el director de la obra, quien, pese a ejecutar una muy buena actuación, le faltaba potencia en la voz por momentos y se veía opacado por la fuerza de la orquesta. Erika Villalobos como María Magdalena, me parece que cumplió, aunque personas que fueron a ver la primera temporada de la obra elogiaron muchísimo a la anterior actriz que tenía este papel, una tal Roxx a quien no he tenido el gusto de conocer… Espectacular también el tenor Juan Antonio de Dompablo quien tenía el papel de Pilatos, una voz maravillosa y una actuación impecable.

Aplausos también para la orquesta que ejecutó las piezas musicales inmejorablemente y para el conjunto de baile y coro quienes llevaron a cabo novedosas coreografías resolviendo muy bien algunas escenas difíciles (los 39 latigazos por ejemplo).

Conmovedor también ver durante la canción final imágenes en un ecran sobre la guerra, el terrorismo, y las imágenes de violencia en el Perú que tenemos tan grabadas en el subconsciente, Sendero Luminoso, el atentado en Tarata, en Frecuencia Latina, etc. Hacía mucho tiempo que no veía estas imágenes y la fuerza de estas me impactó tanto como la primera vez que las vi e hicieron transportarme a una época a la que nadie quiere regresar. Por supuesto shoré de nuevo. Realmente valió la pena el sacrificio de Cristo, si los hombres le retribuyen con tanta violencia??? Ese es el mensaje final de la obra…

Una obra para disfrutar y reflexionar, mi recomendación llega tarde pero por ahí que la vuelven a poner de nuevo, para Semana Santa seguramente. Me queda la satisfacción por un lado de por fin haberme quitado el clavo y haber visto Jesucristo Superstar y por otro lado haber estado en el Teatro Segura que está precioso y haber visto lo bonito que se ha puesto el centro de Lima. Está más limpio, más iluminado, las fachadas están pintadas, muy lindo realmente. Y bueno, me queda la pequeña vergüenza de haberme dado cuenta lo poco que conozco el centro de Lima mientras que el centro de Santiago prácticamente me lo se de memoria. En fin, será motivo para reivindicarme y darme otro paseíto por el centro.


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jueves, 23 de noviembre de 2006

Yo quiero ser una chica Almodóvar

Como la Maura, como Victoria Abril,
un poco lista, un poquitín boba,
ir con Madonna en una limousine.
Y no parar de viajar del invierno al verano,
de Madrid a New York, del abrazo al olvido,
dejarte entre tinieblas escuchando un ruido
de tacones lejanos.
Encontrar la salida de este gris laberinto
sin pasión ni pecado ni locura ni incesto,
tener en cada puerto un amante distinto,
no gritar ¿que he hecho yo para merecer esto?

Joaquín Sabina

Hace unos 15 años o quizá más, estaba desvelada viendo películas antiguas en la tele, cuando me topé con una película española que llamó mi atención… Se trataba de un torero y una mujer misteriosa que tenían una extraña fascinación por la muerte. Ellos empiezan un peligroso juego de seducción que llega a su punto culminante cuando ambos se dan muerte el uno al otro mientras hacían el amor en una tarde de eclipse.

Era una película extraña en su historia y en su belleza… Luego supe que la película se llamaba “Matador” y había sido dirigida por el cineasta español Pedro Almodóvar…

A partir de esa película, empecé a seguir y a investigar la carrera de este director, y me convertí en su ferviente seguidora, he visto y vuelto a ver cada una de las 16 películas que ha dirigido, desde “Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón”, su primera película realizada en 1980, hasta “Volver”, la última película estrenada recientemente.

Creo que con Almodóvar no hay medias tintas, o lo amas o lo odias, es por eso que se ha ganado tantos seguidores así como detractores.

Almodóvar es especialista en personajes femeninos, y a pesar de que sus personajes van de lo sórdido a lo absurdo (monjas heroinómanas, amas de casa asesinas, abuelas comercializadoras de drogas, prostitutas de corazón noble, mujeres desesperadas, y un largo etcétera) sus personajes tienen bastante de humano dentro de la caricatura que a veces parecen, algo que logra que uno se identifique con ellos.

Las primerísimas películas de Almodóvar son malas, re malas realmente, pero debo reconocer en ellas una cierta frescura y originalidad en sus temáticas. Eran comienzos de los 80, la España post franquista y el nacimiento de toda la cultura pop que se ve tan bien reflejada en sus primeras películas. Conforme avanzó en su carrera ha tenido altos y bajos en su filmografía, pero cada una de sus películas tiene el sello inconfundible almodovariano, ese no se qué que mezcla tragedia y comicidad, situaciones absurdas con ternura y dramatismo, y los personajes que imagino, suponen un reto para cualquier actor porque cada uno tiene una historia igual de sórdida o disparatada.

Su última película “Volver”, a mi parecer no es de las mejores, pero mantiene el interés, al menos a mí me lo mantuvo, no soy crítica de cine y por lo general las películas que a mí me gustan al resto del mundo no le gustan y viceversa, así que no se fíen de mi criterio si es que quieren ir a verla, pero a pesar de no considerarla de sus mejores obras, me gustó, es una película sello Almodóvar totalmente, donde vuelve la temática femenina, la familia, los secretos, los crímenes y mejor no les cuento más para no malograrles la sorpresa.

Un gusto ver a la genial Carmen Maura (para mí, la mejor de la película), trabajar en una película de Almodóvar después de tanto tiempo. Los años han pasado por ella pero su talento como actriz sigue intacto, Chus Lampreave, aunque tiene un papelito enano está divertidísima y brillante como siempre. Penélope Cruz me conmovió en la escena de la canción, en lo demás me pareció por momentos que su actuación estuvo un poco plana, pero en todo caso estuvo correcta.

En fin, siempre es un gusto ver una nueva película de este director que me encanta. Hace tiempo daban un programa español que se llamaba “Sorpresa Sorpresa” donde cumplían los sueños de los televidentes. Bueno pues, confieso que estuve tentada de escribir a ese programa para pedirles asistir a la grabación de una película de Almodóvar. Ese hubiera sido mi gran sueño, hasta por ahí que me podría ligar un papelito de extra, por que no??? Pero me chupé y no escribí nada y frustré mi brillante carrera cinematográfica en España por pura timidez. Imagínense, hubiera sido yo también una chica Almodóvar…

Ok, regreso al planeta Tierra, sólo para decirles que si les gusta Almodóvar vayan a ver “Volver”, si no les gusta pues no vayan y todos felices. Y si nunca han visto una película de Almodóvar, pues podrían ir también, aunque antes que esa película sería bueno que se consiguieran estas que son mis favoritas: “Qué he hecho yo para merecer esto?”, “La Ley del deseo”, “Mujeres al borde de un ataque de nervios” y “Todo sobre mi madre”. Esas son las que más me gustan, aunque claro, las preferencias siempre son subjetivas.

Ah! Y aprovecho este post para quejarme del Cinemark del Jockey Plaza porque en el último minuto de la película se fue el sonido y nunca me enteré que fue lo que dijo la actriz al final. No se pasen pues, es una película en español, no hay subtítulos y sin sonido no te enteras. Bueno, será motivo para volverla a ver cuando salga el DVD, aunque, el DVD ya debe andar por ahí no???, a veces me olvido que estoy en Lima.

miércoles, 22 de noviembre de 2006

Votos

Hace tres años, en la noche de una fecha como hoy, estuve parada frente a un altar diciendo las siguientes palabras:

“Yo Ursula, te recibo a ti Augusto como esposo, y prometo serte fiel en lo favorable y en lo adverso, con salud o enfermedad y así amarte y respetarte todos los días de mi vida”

Y no fue ninguna parrafada ni convencionalismo. Realmente lo dije en serio, plenamente convencida del significado de esa frase.

Y todavía sigo creyendo en esas palabras…

El matrimonio no es un juego de niños, y los votos sí son importantes señores…

sábado, 18 de noviembre de 2006

Carta de un niño que no nació

Me llegó hoy a mi mail, y me rompió el corazón...

He tocado tus lágrimas con dedos invisibles
para consolarte...
Se que piensas en mi a menudo,
durante el dia, durante la noche,
en tus sueños,
al entrar a un cuarto vacio,
sabiendo que jamás estaré alli...
pero estoy en tu corazón, en tu alma,
siempre estare ahí, contigo.
Tú que sin ningún egoísmo
me diste tanto de ti misma.
En lo más íntimo de tu ser,
creaste un mundo especial para mi,
un mundo de alegría, de amor,
y también de tristeza y de dolor...
todo lo que una persona puede sentir
lo compartiste conmigo.
Y aunque jamás podré sentirme arrullado en tus brazos,
ya sentí el latido de tu corazón
como una canción de cuna
y tu espíritu dándome un lugar seguro,
ya protegiéndome y preparándome
para lo que vendría después.
Pero a veces,
el viaje de la vida separa a las almas.
Y es verdad,
tuve que irme a otro lugar...
Ojalá hubiera podido quedarme,
ojalá hubiera sido una decisión
que yo hubiera podido tomar
y se que tú también
hubieras querido lo mismo.
Quiero que sepas que donde estés,
siempre estarás conmigo...
Tu amor fue el primero para mi,
la primera alegría,
y también tu alma,
la primera que por siempre conoceré.
Tú me has dado el valor y el ánimo
para continuar mi viaje.
Espero poder hacer lo mismo por ti.
El latido de tu corazón
siempre me llamará hacia a ti.

Con todo cariño,
Tu bebé, que habría nacido el día de hoy

miércoles, 15 de noviembre de 2006

Milagro en los Andes



Hace unas semanas compré el libro de este título, escrito por Nando Parrado, uno de los sobrevivientes de la tragedia aérea de 1972.

Para los que no vieron la película “Viven” ni leyeron el libro del mismo nombre, les resumo un poquito la historia. En octubre de 1972, un equipo de rugby uruguayo viajaba desde Mendoza, Argentina hasta Santiago de Chile, sobrevolando los Andes, cuando el avión, un Fairchild de la Fuerza Aérea Uruguaya se estrella en plena cordillera. Increíblemente la mayoría de los 45 pasajeros sobrevivieron al choque, pero por lo agreste del paisaje, los equipos de rescate nunca pudieron encontrar al avión y los dieron por muertos.

Los sobrevivientes tuvieron que pasar por todas las penurias inimaginables, soportar temperaturas de 30 grados bajo cero, sin tener mayor ropa de abrigo y teniendo como único alimento los cadáveres de los que habían muerto.

Estuvieron en la montaña más de dos meses en estas condiciones, tiempo en el que murieron muchos más, hasta que Nando Parrado junto con otro compañero hicieron lo imposible, escalaron una montaña y cruzaron los Andes a pie, sin mayor equipo y con las mínimas fuerzas que tenían después de dos meses de desnutrición y deshidratación. Luego de caminar durante diez días, lograron encontrar ayuda y finalmente fueron rescatados 16 sobrevivientes.

La primera vez que tuve conocimiento de esta historia fue cuando se estrenó la película “Viven”, a comienzos de los 90. Esta película no será la obra maestra de la cinematografía, pero a mí me conmovió, porque me impresionó el hecho de que hayan podido sobrevivir tanto tiempo en esas condiciones. Pero la película realmente es un viaje a Disneylandia comparado con el libro escrito por Piers Paul Read unos años después de la tragedia, basado en entrevistas a los supervivientes. En él se describen los hechos con una crudeza total, describiéndonos con mayor detalle todo el horror de la tragedia y la supervivencia. La película realmente es una versión demasiado aséptica de lo que es el libro.

Después de leer el libro, la historia me impresionó sobremanera y empecé a investigar en Internet sobre la historia de los supervivientes. Su experiencia me parecía un ejemplo de lucha, de no rendirse ante las adversidades.

Recientemente Nando Parrado, uno de los que cruzó la cordillera en busca de ayuda, y que aparte de todas las penurias que vivió sufrió el gran dolor de perder a su mamá y a su hermana en el accidente, publicó un libro contando la experiencia desde su punto de vista: “Milagro en los Andes”. No lo pensé dos veces y lo compré.

Una recomendación: No lean ese libro dentro de un avión, yo lo compré justo antes de viajar y fui leyéndolo dentro del avión hasta que vi que la gente de alrededor me miraba con miedo viendo la carátula del libro donde sale el Fairchild estrellado en la nieve, bueno, es que estaba interesante…

Este libro me gustó mucho más que el de Piers Paul Read, quizá porque está escrito desde el punto de vista de un sobreviviente, relatándonos todo el miedo y la angustia que sintió. A pesar de tanto dolor físico y psicológico, de tener el cráneo semi destrozado, de perder a sus seres queridos, del hambre, del frío, del miedo, logró salvarse y salvar a sus compañeros, simplemente porque decidió que no iba a esperar la muerte, que iba a sufrir un poquito más y que si tenía que morir, moriría luchando.

Años después de la tragedia Parrado empezó a dictar conferencias contando su experiencia en los Andes. Después de una de estas charlas, una señora se le acercó y le contó que años atrás, estaba sacando el auto del garaje en retroceso y no se dio cuenta que su hijita de dos años estaba detrás del auto y la atropelló y la mató. Nunca pudo recuperarse del sentimiento de culpa, pero después de escuchar a Parrado supo que es posible vivir a pesar de todo el sufrimiento. Incluso con todo el dolor, sabía que tenía que encontrar las fuerzas para seguir viviendo. Parrado simplemente la abrazó y le dijo esta frase:

“Todos tenemos nuestros propios Andes”

Y es cierto… Todos pasamos por experiencias distintas de sufrimiento, pero de una forma u otra tenemos que seguir viviendo. Todos tenemos unos Andes que atravesar y ese es el mensaje que me dejó este libro… lo que no te mata, te hace más fuerte.

jueves, 9 de noviembre de 2006

Las chicas del cole

Ayer caí en cuenta que hace 18 años terminé el colegio... O sea, un niño que nació cuando yo estaba en quinto de media, ya es un flamante muchachón con libreta electoral en mano. Horror de los horrores, hoy me miré al espejo y noté unas 4 arrugas más que no las había visto antes... Bueno, el tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos dice la canción…

Les soy sincera, no soy de esas personas a las que su colegio les parece lo máximo y lo consideran como colegio de sus futuros hijos… Naaah, para nada, yo estudié en un colegio religioso de mujeres, y mis mayores recuerdos son las monjas represivas y las reglas de conducta que rayaban con lo absurdo… Con contarles que cuando estábamos en quinto de media organizaron unas visitas de orientación vocacional a diversas universidades, pero nosotras no podíamos ir en el uniforme de colegio (esa falda horrible plomo rata), teníamos que ir en el buzo del colegio con pantalón largo, para que los jovencitos estudiantes de las universidades no ultrajen nuestros virginales cuerpos enviando miradas libidinosas a nuestras piernas de chibolas de 16 años. Fuiiiiiiira, díganme si no es el colmo de la huachafería. Esa es sólo una muestra de las mil reglas absurdas que nos tenían podridas en la época escolar…

Podría ser un poco más agradecida y decir que el colegio me inculcó valores, pero no estoy segura que esto sea cierto. Yo tengo mis valores bien claros pero creo que es más por mérito de mi familia que de mi colegio, si así fuera todas las exalumnas serían un dechado de virtudes y de mi colegio realmente han salido hasta terrucas, así que la cosa no va por ahí…

Recuerdo a algunas profesoras y monjas con mucho cariño, pero son realmente muy pocas, en general no recuerdo a la mayoría de mis profesoras y no han dejado una huella muy profunda en mi vida, salvo algunas pocas honrosas excepciones...

Pero si hay algo que tengo que agradecerle a mi colegio es haberme permitido conocer a mis mejores amigas hasta el día de hoy, las chicas del cole (a este paso mas bien tías del cole). Con la mayoría nos conocemos desde que estábamos en primer grado, o sea (a ver sumando, restando) hace 28 años, eso es toda una vida realmente.

Ya muchas no se encuentran viviendo en Lima, incluyéndome, muchas están casadas y tienen niños, también quedan algunas solteras y felices, todas tenemos distintas profesiones y ocupaciones y la vida nos ha llevado por rumbos muy distintos, pero cuando nos reunimos, volvemos a ser las mismas niñas de secundaria que jugaban en el salón y secreteaban acerca del chico que les gustaba.

Ayer nos vimos en una reunión organizada en mi honor (ejem, ejem) por haber llegado de Chile, honor compartido con otra amiga que ha llegado de Italia. En la mesa había una abogada, una psicóloga, la dueña de una agencia de viajes, una gerente de una empresa de telecomunicaciones, una cheff, una ingeniera en industrias alimentarias y una comunicadora social (sho). Un grupo diverso de mujeres de 34 años, 3 casadas y con niños, una casada sin niños (sho de nuevo) y tres solteras, dos de ellas ya prácticamente ennoviadas.

Pero en el fondo, detrás de la ropa de oficina, los anillos de matrimonio, las secuelas de la maternidad, el tinte de pelo, y las inevitables arruguitas y líneas de expresión que algunas saben sobrellevar mejor que otras, yo seguía viendo a siete niñas en uniforme escolar, con el pelo recogido y las medias hasta la rodilla, contándose sus intimidades, y secretos, esos que sólo compartes con gente que sabes que te conoce muy bien, con gente que te ha visto crecer, con gente que sientes muy cerca a pesar de la distancia, con la que tienes un vínculo de casi hermanas, y eso es lo que siento yo con las chicas del cole. Son mis hermanas y las adoro, y a pesar que hace 18 años terminamos el colegio, nuestra amistad ha permanecido intacta e inclusive se ha fortalecido.

Como conté, antes éramos más, los primeros años después del colegio éramos un grupo de aproximadamente 30. Ahora la mayoría está fuera del país, creo que en Lima quedan menos de 10, pero igual siempre nos mantenemos comunicadas por el mail, es así como ayer en plena reunión suena un celular y era otra de las chicas, que vive en Sacramento EEUU, que llamaba para saludarnos y estar presente un ratito aunque sea telefónicamente en nuestra reunión. Y eso es lindo, eso reconforta, rejuvenece, estoy segura que de acá a 30 años más seguiremos reuniéndonos e intercambiando fotos de nuestros nietos y recordando tantos momentos compartidos.

Un agradecimiento muy especial a mi colegio, por haberme dado unas amigas para toda la vida…


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Las chicas del cole hace 26 años. Para que no se maten buscándome (fuiii) soy la de la fila de arriba, la cuarta empezando por la derecha.


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Las chicas del cole hace tres años, en mi matri. Ya saben quien soy yo.

lunes, 6 de noviembre de 2006

Así es mi Lima criolla

Estoy en Lima, después de un año y diez meses de ausencia...

Lima está igual, han cambiado algunas construcciones, veo más edificios, hay un peaje a la salida del aeropuerto y los grifos Schell ahora son Primax, pero en esencia sigue igual. El cielo sigue tan gris como mi estado de ánimo, se respira humedad en el ambiente y la gente es la misma de siempre, mi gente, mi país, mis recuerdos, todo está acá y yo estoy acá aunque después de una semana todavía me siento extraña.

Lo lindo es estar nuevamente con mi familia, mis papás, mis hermanos. Hace mucho tiempo que no veía a mi papá y a mi hermana. Mi papá está igualito, mi hermana tiene un peinado distinto pero sigue tan linda como siempre. Mi hermano ha cambiado mucho desde febrero, la última vez que lo vi, se ha cortado el pelo y parece mayor de lo que es, y mi mami, está igual a como estaba hace cuatro meses cuando estuvo en Santiago.

Mi llegada fue una sorpresa para el resto de mi familia (tíos, primos, etc...)... estuve a punto de matar de la impresión a una tía que entró a mi cuarto guiada por mi mamá con el cuento de enseñarle un cubrecama nuevo que había puesto en mi cama, y cuando entró me vio a mí bien sentada encima de la cama. Se quedó muda con la boca abierta y los ojos desorbitados cual si hubiera visto un fantasma, y yo que pensé que la que iba a hacer más alharaca era mi abuelita, pues no, mi tía la superó ampliamente.

Lindo ver a mis tìos y primos después de tanto tiempo también, a un primo de 14 años ni lo reconocí, y mi único sobrinito, hijo de una de mis primas, ya tiene 5 años y es re mosca el chibolo, me emocionó ver que me recordaba "Tú eres la tía Ursula que vive en Chile", me dijo... Fácil ni se acordaba de mi cara, pero de hecho ha escuchado hablar de mí, así que igual me emocionaron esas palabras dichas con su vocecita...

Todavía no me acostumbro al tráfico limeño, yo que he vivido en Lima 31 años, nunca había realmente notado lo caótico que puede ser el tránsito en esta ciudad. Ahora después de casi dos años de ausencia lo noto y ando traumada. También que justo el día que llegué era fin de mes, Halloween, Día de la Canción Criolla, etc, etc, y el camino de la casa de mi abuelita en Lince a mi casa en La Molina por toda la Javier Prado a las siete y media de la noche no fue precisamente agradable, enmudecí de miedo todo el camino mientras mi mamá manejaba como si nada, esquivando combis, ticos y conductores y peatones imprudentes. Ya me toca despabilarme, total, antes chapaba mi combi como si nada y ahora estoy hecha una tarada completa, como uno se desacostumbra no??. Bueno, recién llevo una semana acá, espero que en los próximos días ya pueda salir a la calle con mis 5 sentidos en full para no morir atropellada...

Otra de las cosas que extrañaba muchísimo era ver el mar limeño, pues ya lo vi, estuve en Larcomar y qué rico respirar la brisa marina. Ahora considero un lujo el hecho de vivir en una ciudad junto al mar, antes me parecía tan común, pero la típica es que uno valora esas cosas cuando ya no las tiene. Dicho sea de paso Larcomar está todo cambiado, ya no está Teatriz ni el Carlos & Charlies, que existían hace tres años, ahora hay muchos locales nuevos, quizá por eso todavía me siento medio marciana...

Y bueno, ayer fue el cumpleaños de mi papá y pude celebrarlo con él después de 3 años, me gustó mucho poder abrazarlo a las 12 y que en el almuerzo de celebración estuviéramos los 5 juntos. Son cosas tan pequeñas las que me sostienen en estos días, conversar con mi mamá, ver cocinar a mi papá mismo chef, la sonrisa de mi hermana, los gruñidos de mi hermano, son los míos, los adoro y atesoro estos momentos como una joya muy preciada. Gracias familia por acogerme, comprenderme y darme tanto cariño.

Ya habrá tiempo de ver a mis amigos, esta semana me reuno con mis amigas del colegio, me va a encantar verlas, con ellas siento que el tiempo no hubiera pasado porque en esencia seguimos siendo las mismas... ya habrá tiempo de todo, por ahora sólo quiero empaparme de esta ciudad y sentir que todavía pertenezco acá.

jueves, 2 de noviembre de 2006

El naufragio de los océanos

Es en vano esperar esos tiempos otra vez
Es en vano seguir callando todo
Es en vano aguardar que tus ojos me abracen de nuevo
y que tus olas se rompan aquí donde el océano ha naufragado
y un barco se llevó hasta la brisa y hasta tu risa

Es extraño abrazar esos días otra vez
y sentir cómo se apaga el mundo
Es en vano aguardar que tu tacto me vuelva a envolver
y que tu puesta de sol sea conmigo en ese océano, seco y salado
y un horizonte que me oculta con prisa tu pequeña sonrisa

Es entonces que al fin pude ver las estatuas de vidrio, de cera y de sal
que traslucían tu recuerdo de viajes en dunas
La fracción de un segundo infinito
Esa imagen de un gato sin luna
ese vuelo del águila herida
de una música eterna locura
de una madre y un padre amorosos
una nube sacada de un pozo...

Que me repetía
que los viejos susurros son otros
que la lluvia ha secado hasta el polvo
y ha extraviado ese beso en tus hombros
que dejaron mis dedos de Agosto
y ha deshecho toda la esperanza
de volver a encontrar tu llegada
y no repetir tu partida

Es inútil amor, seguir fingiendo todo
pues todo hoy es nada y es todo
y a pesar de todo... te espero...

Daniel F

Aunque me vaya al último lugar del mundo no puedo desprenderme de tu imagen y de esta angustia tan grande que me oprime el corazón...