viernes, 3 de febrero de 2006

Graffitera por un día

Ayer acepté una invitación de mi hermano para unirme a la aventura de pintar por las calles santiaguinas.

Acepté por tres cosas:

1. Porque mi hermano era uno de los que iba a pintar y quería verlo en acción, ya que nunca había tenido la oportunidad de verlo antes.
2. Porque sentía curiosidad por ver la técnica del graffiti.
3. Porque estaba soberanamente aburrida en mi casa y una invitación a vivir una nueva experiencia es siempre bienvenida.

Así que chapé cartera y salí tal cual estaba vestida a unirme a la aventura graffitera. Mi hermano discretamente me sugirió que mejor me pusiera un polo y zapatillas porque de repente íbamos a caminar mucho “...y de repente te puedes cansar”. “Naaaah”, dije yo, “no problem, salgamos de una vez para no perder más tiempo...” dado que ya eran las 7 de la tarde y quedaban unas escasas dos horas de luz (sí, acá anochece a las 9 en verano).

Muy feliz yo, me trepé al metro, acompañada de mi hermano y su amigo, en dirección al barrio Bellavista, célebre por los innumerables graffitis de todo tipo que adornan sus muros (o ensucian según sea el caso).

Llegando a Bellavista mi hermano se encuentra con dos amigos. Era una parejita de graffiteros chilenos a la que habían conocido días atrás en esta especie de convención que nombré en mi post anterior. Ellos también se unieron a la aventura y seguimos caminando felices los 5 en busca del objetivo: encontrar un muro en el cual pintar.

Debo aclarar que acá las cosas se hacen a la firme, nada de, cual pirañas, elegir cualquier muro y pintarrajearlo sin consentimiento de los dueños, no, no, no. Si los pacos = tombos = carabineros = policías te encuentran haciendo esa gracia pues te vas pa´ dentro sin opción a comprarle una rifita al paco o darle un sencillito para su completo*.

Así que a pedir permiso se ha dicho... Yo caminaba bastante escéptica de que finalmente pudieran pintar algo ya que pronto se iba a ir la luz y sabe Dios cuánto tiempo se demorarían en conseguir un permiso, pero para mi sorpresa fue infinitamente más fácil de lo que esperaba.

El primer intento fue en un garaje donde había un camión destartalado al que pronto se lo iban a llevar como chatarra. La idea era pintar el camión, pero el viejito encargado del local, de lo más apenado nos dijo que ese camión se lo iban a llevar mañana, y que de repente los dueños se molestaban, que si hubiera sido suyo el camión con todo gusto y un poco más se arrodilla y nos pide disculpas (juat??, tan fácil era???).

El segundo objetivo fue la sede de la junta vecinal de Bellavista. Esta era una casa antigua, que ya había sido atacada por bandas de graffiteros que en vez de dejar algún dibujo original habían optado por dejar sus ilegibles firmas afeando el lugar. El encargado de relaciones públicas del grupo, llámese mi hermano, se acercó al presidente de la Junta de Vecinos, y le ofreció amablemente pintar su fachada con algún simpático y colorido dibujo, mientras que le ofrecía su catálogo de pinturas. El señor presidente luego de hojear un rato el catálogo, afirmó que le gustaría que le pintaran un diseño que sea positivo y que refleje amistad y acto seguido preguntó “Cuánto me va a costar?”. Segundo “juat????”, realmente acá si valoran lo que hacen estos chicos pensé, y en Lima los tratan como pandilleros sin importarles que estén pintando un muro con todos los permisos habidos y por haber. Por supuesto que uno de ellos ya se estaba apuntando con lo de “ si querí le hacemos un presupuesto...”, pero no era la idea, ellos estaban ahí por el simple placer de pintar.

Bueno, la cosa es que empezaron con la pintadera, el señor presidente como que me miraba extrañado con cara de “y esta, que pinta acá?”. Obvio, yo no pintaba nada ahí, primero porque el olor de la pintura me estaba mareando y me chupé de pintar alguito ya que veía a los artistas tan concentrados... y segundo tampoco pintaba nada porque soy varios años mayor que los artistas y estaba vestida bien a la chompita de hilo y a las sandalias con taco, o sea, como que no encajaba en el grupo no? (debí hacerle caso a mi hermano).

Así que opté por ser la paparazzi y me dediqué a tomar fotos y a observar el proceso. Me pareció bastante interesante... dependiendo de la distancia y el ángulo que se coloque el spray, se logran trazos distintos, se pueden ir mezclando colores en el aire y lo que más me llamó la atención es que primero pintan el interior del dibujo y al final recién dibujan el contorno, obviamente cada técnica debe tener su nombrecito específico, pero para una total ignorante en la materia como yo, todo lo que vi me pareció super novedoso...

Después de una hora el resultado fue un bonito y colorido mural con mariposas, jirafas, otros animalitos, plantitas por allí y por allá , todo en onda peace and love armonía, hermandad y felicidad. En la firma respectiva pusieron los nombres de los 4 y al lado su nacionalidad, Chile y Perú, lo cual me pareció un bonito y original símbolo de unión entre los dos países (viva la unión latinoamericana!!). El presidente feliz, le encantó el dibujo, hasta un señor que pasaba por ahí se acercó a felicitarlos y a contarles que el era profesor de pintura y toda la nota. O sea: halagos por aquí y por allá.

De regreso a casa me quedé pensando que en Lima se deberían ofrecer más espacios para que los graffiteros se expresen, darles más apoyo, en vez de tener tanto muro pelado y feo podrían adornarlo con dibujos, respetando eso sí el ornato de la ciudad, y de paso posiblemente se reduciría el número de graffiteros que pintan en propiedades privadas sin ninguna autorización... no se, son reflexiones al aire que rescato de esta ilustrativa nueva experiencia en mi vida.

* Completo: dícese del sándwich originario de Chile que consta de pan, salchicha o vienesa, palta, mayonesa y no se qué otras cosas más.

El antes y el después

Imágenes: Ursula

5 comentarios:

Rey del dolor dijo...

El graffiti por antecedentes lamentablemente esta vinculado a lo delictivo, lamentablemente, si no recordemos lo de las piedras en Cuzco el año pasado, ese es un prejuicio que debe cargar... y creo que ahi reside parte de su encanto... en Lima hicieron algo asi en el Estadio Municipal de Miraflores, no se si todavia estaran ahi... estoy de acuerdo contigo, deberia promoverse mas la cultura en el Perú, y con ello la aceptación del graffiti como forma de expresión, seria bueno que menciones en que lugares de Lima estan los graffitis de tu hermano para poder apreciarlos...

Saludos desde Lima
Rey del Dolor.

Anónimo dijo...

Debo admitir: Que excelente quedo el muro! Mis mas sinceras felicitaciones a los autores de la obra de arte y a ti por fomentarlos..

Extras felicitaciones por tu blog, dice mucho que sepas expresar tus sentimientos como lo haces. Continua! No solo te servira a ti sino a muchos que lo lean . Un gran abrazo.

Ursula dijo...

Willy: Chevere!!!, la foto que yo tomé al final quedó oscurasa como te habrás podido dar cuenta, justo estaba pensando en ir a darme otra vuelta por ahí pero te me adelantaste. Gracias!!! (pregunta suelta: y tu blog de blogger?, pensé que ya no ibas a utilizar el msn space). Mi hermano partió hoy para Lima (buuu), manda muchos saludos!!

Rey del dolor: Gracias por tu comment, si pues lo de Cuzco fue un incidente bastante lamentable, que al menos por acá creo toda una polémica sobre el tema de los graffitis. La verdad no estoy segura en que parte de Lima estarán los dibujos de mi hermano, pero acá tienes su web : www.fotolog.com/fozforos_lalama , por si te interesa chequear.

Anónimo: Muchas muchas gracias por las felicitaciones, otro abrazo para ti.

viajera dijo...

Lindo el muro, con tu jirafita y todo :)
Si algún día necesito un graffitero ya sé donde contactarte ;)

Anónimo dijo...

si quieren dejar un graffiti online pueden visitar www.graffitis2007.com.ar

saludos