
Juat?? Les explico un poco porque yo hasta ayer también era una ignorante en la materia. Según el hinduismo, el ser humano posee siete fuentes de energía o “chakras” que están alineados a lo largo de la columna vertebral, desde la cabeza hasta el coxis. Estos siete puntos redistribuyen en tu cuerpo la energía del universo. La idea es que estos chakras están alineados correctamente, para que así todo tu cuerpo esté en equilibrio con el plano material e inmaterial, oséase, con tu cuerpo físico y con el universo, la tierra, los astros, etc.
Es un hecho que el ser humano no desarrolla su mente a todo su potencial, hay tantas cosas que desconocemos y tantas posibilidades de expandir nuestra mente que es una lástima que no desarrollemos más nuestras capacidades. Ayer nos demostraron qué tan fuerte trabaja la mente en cosas aparentemente sencillas.
En primer lugar nos pusieron en parejas. Teníamos que cerrar los ojos y nuestra pareja tenía que darnos un empujón (suave nomás). La primera reacción era irse hacia atrás, y hasta tropezar un poco.
Luego empezó la meditación. Teníamos que imaginar un haz de luz dorada que saliera de nuestro primer chakra (el del coxis), atraviese las capas de la tierra, y llegue a su mismo centro. Una vez ahí teníamos que sujetarlo firmemente. Luego volvimos a hacer lo del empujón y casi ni nos movimos, estábamos todos firmemente atados a la tierra. Loco no?? Obviamente nadie estaba atado de verdad, sólo había bastado imaginarnos ese cable a tierra para estar más firmes.
Después seguimos con la sanación. Por ese cable, soga, cadena, rayo de luz (o como sea que cada uno se lo hubiera imaginado) teníamos que botar todas nuestras penas, nuestras rabias, todo lo que de alguna manera nos ponía mal. Todo eso iba a ir a la tierra, lejos de nosotros.
Hubo algunas personas que se imaginaron barriendo a los indeseables, otros botándolos por agua, otros quemándolos con fuego, otros como si se estuvieran yendo por el water. Yo lo visualicé como si se estuvieran cayendo por un precipicio. Me costó un poco imaginármelo pero después de un rato veía como mis penas, mis preocupaciones, y todo lo que de alguna forma me hace daño iba cayendo por el precipicio y se perdía en la nada. E increíblemente cuando abrí los ojos me sentía mucho más ligera, como si me hubiera quitado un peso de encima. Hubo por ahí hasta una chica que se emocionó y botó sus lagrimones. Debe haber tenido muchas penas y cosas terribles de las que deshacerse.
Nuevamente me asombré de lo fuerte que es la mente. Quizá nuestros problemas sigan allí. El hecho de haberlos botado no significa que se hayan terminado nuestras deudas, que nuestro pariente enfermo haya sanado, que nuestra pareja haya decidido ya no engañarnos, que nuestro hijo ya no tenga problemas de adaptación con los otros niños del colegio (todos ejemplos inventados) Los problemas quizás sigan allí pero el simple hecho de imaginarnos que se están yendo hace que nos sintamos mejor, más aligerados y más fuertes.
Salí de la sanación bastante contenta. No sólo porque me sentía más aliviada sino porque siempre queda la satisfacción de haber tenido una nueva experiencia. Así que ahora ando con mis chakras alineaditos, recuuuntra centrada y con los pies bien puestos en la tierra.
Veremos cuanto me dura… repitan conmigo ommmmmmmmmmmmmm...