Cita con Silvio

“Lo más terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida”
Silvio Rodríguez- Canción del elegido

La primera vez que lo escuché, hace más de 20 años me cautivaron sus melodías y las letras de sus canciones. Poemas hechos música dirán algunos, y yo estoy de acuerdo… Y hace casi 7 años, me enamoré irremediablemente y para siempre cuando me cantaron “El dulce abismo” al oído.

Quizá no comparto su postura ideológica y opino que es tremendamente inconsecuente con lo que proclama, pero igualmente lo considero un genio. Y a los genios los amas o los odias, no hay medias tintas. Y yo a Silvio Rodríguez sencillamente lo amo.

Sus canciones me han acompañado desde la adolescencia y siempre he recurrido a ellas en determinado momentos de mi vida, quizá buscando una respuesta, algún consuelo, evocando algún recuerdo o simplemente en busca de alguna frase que yo pueda interpretar de acuerdo a mi estado de ánimo. Y Silvio nunca me ha fallado.

Hace un par de años lo vi por primera vez, cuando llegó a Santiago presentando su hasta entonces último disco “Cita con Angeles”. Y debo confesar que hasta ese momento fue el mejor concierto al que asistí en mi vida (meses después vendría el concierto de U2 a quitarle el puesto, aunque comparar Silvio con U2 sea una roca total y absoluta). Nunca había sentido tanta energía en un concierto y cada una de sus canciones calaron hondo en el público, incluyéndome. Ya he dicho que no soy partidaria de su ideología (caso contrario a la mayoría de los asistentes a aquel concierto) pero era imposible no conmoverse siendo espectadora de la comunión entre el artista y su público. Silvio provoca fervores casi religiosos y yo no soy inmune a estos.

Casi 2 años después de aquel recordado concierto Silvio regresa a Santiago, después de haber estado en Lima. No esperaba que regrese tan pronto, pero obviamente su presencia fue una grata sorpresa y por supuesto que nuevamente estuve allí para escucharlo. Fui el viernes, al segundo concierto de los tres que el artista dio en Santiago, aparte de otros dos que dará (o ya dio, no se) en las ciudades de Viña del Mar y Talca.

Y nuevamente fue casi una experiencia religiosa escucharlo. Presentó temas de su último disco “Erase que se era”, que realmente son relanzamientos de temas antiguos, y cantó varios de sus himnos-canciones de todos los tiempos las cuales fueron coreadas por los aproximadamente 15 mil asistentes al Arena Santiago, incluyéndome por supuesto, entre estas “Playa Girón”, “Pequeña Serenata Diurna”, “Canción del elegido” y “Ojalá”, ampliamente reclamada por el público y que provocó la euforia total una vez que la cantó. También presentó nuevos arreglos musicales en las clásicas “Días y Flores”, y “Oleo de Mujer con sombrero”.

Y ese es Silvio, un artista al que le basta sentarse con su guitarra (aunque esta vez vino acompañado de varios músicos), sin necesitar mayor parafernalia para ganarse la devoción absoluta de su público. Silvio, solamente Silvio, un artista que definitivamente forma parte de la vida de muchos.

Acá les dejo un video de “Ojalá”, tomado con el celular por eso sabrán disculpar la baja calidad, a Silvio se le ve un poco lejos pero igual se nota el ambiente. Espero que les guste.