Acerca de padres y niños

Dicen que los niños son el reflejo de los padres y hoy lo confirmé..

Estaba en la sala de espera del consultorio médico, llegué antes de mi hora por lo que ya estaba resignada a esperar un buen rato. Esperando también estaban una señora con su esposo y una familia compuesta de mamá embarazada a punto de reventar, papá e hijita de 5 años aproximadamente (la critter).

Se que los niños deben ser despiertos, activos y hasta cierto punto traviesos, pero a mi me parece que hay lugares donde se les puede permitir que se explayen, pero también deben saber que en ciertos sitios tienen que estar más tranquilos. Esta niña no dejó de hacer laberinto en los 45 minutos que me pasé esperando mi turno.

En la salita había una mesa donde había un termo con agua caliente, tazas tipo mug, tacitas de café, diferentes bolsitas de té e infusiones, azúcar, café, etc. A la niñita se le antojó tomar té, y la mamá simplemente le dijo “anda prepárate uno, ahí están las cosas”. Así que la niña fue, abrió el termo con agua caliente y se sirvió media tembleque derramando un poquito, por suerte no se quemó, yo estaba muerta de miedo, si hubiera sido mi hija yo le echaba el agua, pero bueno, uno no se puede meter. Hasta ahí todo correcto, pero después empezó la chanchada. La niña abrió como 4 sobres de té, manzanilla, etc, todos distintos y los puso en la taza mug. Los papás mirando encantados, no le dijeron nada... digo yo, con un sobre hubiera bastado, no??. Después empezó a echar cucharadas de azúcar, 1, 2, 3, 4, 5 cucharadas...como a la sexta el papá le dijo:

- “Maya, creo que ya está bueno de azúcar”
- “No papi, todavía faltan 3 más”
- “Ah ya ok”

Juat??, o sea, 6, 7 y 8 cucharadas de azúcar, esos papás no han oído hablar de la obesidad infantil???? Por supuesto que a la hora de revolver el azúcar la mitad del agua cayó sobre la mesa y empezó a mojar las revistas que estaban debajo. Los papás bien gracias, ella leía una revista y él jugaba con su celular no sé qué juego pero que hacía una bullaza que realmente incomodaba, lo último que esperas escuchar en una consulta médica son ruiditos tipo play station. La otra pareja y yo mirábamos aterrados como la niña agarró dos tacitas de café y empezó a echar el líquido del mug a las tacitas, por supuesto derramando buena parte del agua otra vez, después empezó a echar café en las tacitas. La mamá se dio cuenta y le dijo:

- “Maya, no tomes café”
- “Sólo un poquito mami”
- “Ah ya ok”

O sea, café a una niña de 5 años???. La otra pareja y yo ya estábamos semi aterrados y nos mandábamos miraditas de reprobación con la recepcionista quien tuvo que acercarse a limpiar el desastre que había dejado la niña en la mesita y a llevarse las revistas mojadas a otro lado, a que se sequen seguro.

Después de eso, cuando la recepcionista se ausentó un momento, fue al mostrador y se agarró la tacita con caramelos para las visitas, se la llevó a su silla y empezó a comer, 1, 2, 3, 4, como 5 caramelos, y los papás también comieron varios caramelos mientras ella seguía leyendo y él jugando con su celular. Aparte de las grandes cantidades de azúcar, me pareció de lo más fresco de su parte comerse prácticamente todos los caramelos, no??

Podría contarles mil cosas más que hizo la niña y que los padres permitieron sin inmutarse, romper una figura de una revista porque le gustaba la foto de la niña que salía ahí, jugar con un paraguas abierto, casi llevándose de encuentro la lámpara, rebuscar en el tacho de basura, pero el colmo de los colmos fue cuando llegó una señora embarazada y ya no habían sillas. Los papás ocupaban cada uno una silla, la niña en ese momento estaba sentada en otra silla, y aparte tenían otra silla donde habían puesto la cartera de la mamá y el abrigo de la niña. Lo lógico hubiera sido cederle esa silla a la señora, o decirle a la niña que le ceda su silla, pero no, nada, el papá seguía metiendo la bullaza con su celular-play station, y la mamá encima le sonrió a la recién llegada, “pero mi silla no te la voy a dar”. Bueno, pues tuve que pararme yo a cederle mi silla, por suerte la recepcionista se dio cuenta y sacó otra de la oficina.

Cuando finalmente entraron a su consulta, se hizo la paz... o sea, yo no pienso que sea una niña malcriada, porque las hay lloronas y pataleteras, simplemente es una niña inquieta, o quizá esté buscando llamar la atención ante la inminente llegada de su hermanito, pero en esa situación son los padres quienes tienen que poner la pauta, pero este par no eran ninguna guía para la niña ya que les importaba un pepino si incomodaban al resto o no. Cuando salieron después de 20 minutos los gritos de la niña corriendo por el pasillo hacia el ascensor se escuchaban hasta el primer piso creo (estábamos en el sexto), en un edificio lleno de consultorios médicos, donde lo que necesitas es silencio, en fin..

Ojalá cuando tenga un hijo pueda tener el suficiente criterio para criarlo y no tomar esa actitud tan despreocupada y desconsiderada como la de estos papás. Y hablando de eso, justo fui al médico para que me interprete unos análisis que me había mandado hace unos meses cuando me pasó lo que me pasó y todo está ok, así que ya tengo luz verde para ponerme en campaña nuevamente... eso!! Ojalá pronto les pueda dar la buena noticia...