Me gustan los Bancos de Lima

Hace tres años, hacia atrás, mientras vivía en Lima, ir al banco era una de las actividades que menos me gustaba. Detestaba tener que sacar mi papelito y esperar sentadita mi turno viendo una pantallita en la que te pasaban aburridísimos videos corporativos. Y si era sábado peor, de hecho tenía que ir por la mañana y encontraba mucho más gente que en un día laborable, y si no se pudo en la mañana, pues en la tarde no me quedaba otra que irme a los bancos del Jockey Plaza, que eran los únicos que estaban abiertos un sábado por la tarde (al menos así era hasta hace tres años).

Acá en Santiago la cosa es distinta... Los bancos abren de lunes a viernes de 9 de la mañana a 2 de la tarde. Punto. A las 2.10 de la tarde no se encuentra ni un banco abierto, y esperar ir al banco un sábado es realmente una utopía. Aparte, tu cola la tienes que hacer parado y aburridísimo porque no hay ni media pantallita que mirar. Si por casualidad quieres aprovechar tu visita al banco para cambiar algunos dólares, pues más te vale que sean muchos... Los bancos sólo te cambian a partir de 1000 dólares (o 5 mil, no estoy segura, pero igual es un montón), si quieres humildemente cambiar tu billetito de 20, pues tienes que irte como buen misio a cualquier casa de cambio, que tampoco abre los fines de semana.

Todo esto es porque hoy tuve que esperar casi una hora parada en el Banco de Chile... y empecé a extrañar los bancos en Lima...

Así que me rectifico: Los bancos en Lima son el sitio más agradable del mundo, tienen un amplio horario de atención, y la espera es grata, cómodamente sentada y viendo didácticos y entretenidos videitos...