Fastidioso pero necesario

Quizá este post suene a esos mensajes que se transmiten por mail tipo “Leer por favor, no ignorar, esta es una historia real”, pero en este caso es cierto, porfa lean este post, no lo ignoren, porque esta es una historia real...

Las mujeres sabemos que todos los años tenemos que pasar por este fastidioso examen llamado Papanicolau, que previene el cáncer uterino. Este examen si bien es molesto, a la vez es muy necesario porque es la única forma de prevenir este tipo de cáncer. Gracias a Dios yo siempre he sido muy consciente de su importancia, y todos los años me preparo psicológicamente, hago control mental, evoco al mantra sagrado de las Diosas Egipcias, y voy cual soldadito valiente al médico para que me chequee. Nunca tuve problemas, hasta este año...

En marzo me hice el Pap y arrojó que tenía unas células que estaban creciendo anormalmente, sin embargo me dijeron que no me preocupe, que podía ser solamente una leve inflamación, pero que para poder controlarlo, me vuelva a hacer el examen en tres meses más. La verdad es que no le tomé mayor importancia y asumí que efectivamente era una inflamación. Igual tres meses después, o sea, a finales de junio, volví a hacerme el examen como me recomendaron... Generalmente cuando estos exámenes salen bien ni te llaman ni nada, simplemente tú tienes que acercarte a recogerlos, pero esta vez la secretaria del médico me llamó para sacar hora para consulta porque el doctor quería hablar conmigo acerca de los resultados, y ahí fue que me preocupé, tal como les conté en mi post anterior...

A veces soy muy dramática, lo reconozco, empecé a alucinar con cáncer y toda clase de historias de terror, estuve muy nerviosa y hasta pensé que me iba a morir, en el colmo del dramatismo... Llegué al consultorio del médico temblando y gracias a Dios la cosa no era tan trágica como pensaba, pero igual tiene su complicación. Resulta que tengo unas células pre-malignas en el cuello del útero que hay que extirparlas sí o sí antes que se multipliquen y se conviertan en cancerígenas... El doc me derivó donde un patólogo especialista en estos casos, quien me hizo una biopsia que me dolió tanto que me hizo maldecir el hecho de haber nacido mujer... Bueno, los resultados de esta biopsia estarán listos en una semana más o menos y ahí se verá el grado de la lesión y se decidirá que tipo de operación se requiere para extirpar a estas células intrusas indeseadas... Puede que me hagan una cauterización u otro tipo de biopsia un poco más grande, pero lo que sí es un hecho es que de todas maneras me tienen que hacer una operación, que al parecer sería bastante sencilla...

Estuve pensando mucho antes de publicar este post porque sentía que de repente estaba contando cosas bastante personales, pero lo que me decidió a contar esta historia es el hecho de poder crear conciencia en las mujeres de lo importante que es hacerse el Papanicolau todos los años... En mi caso esto se ha podido detectar a tiempo y tiene solución, después de la operación seguiré con mi vida normal y no interfiere para nada con mis planes de convertirme en mamá, pero si me hubiera descuidado y hubiera dejado pasar dos o tres años sin chequearme, la historia sería diferente, estas células ya se habrían multiplicado y convertido en cancerígenas, y ya no quiero ni imaginarme las consecuencias...

Por eso, mujeres del mundo, sean valientes y vayan al doctor!!... El Papanicolau podrá ser todo lo desagradable que quieran, pero es la única forma de prevenir el cáncer de útero, porque una vez que este se manifiesta, ya es demasiado tarde... Espero sinceramente, que el contar esta historia sirva de algo, de verdad, no se descuiden...